Los movimientos para impulsar la movilidad eléctrica se suceden, incluso en un contexto complicado por la falta de ayudas públicas. La Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (ANFAC) e Iberdrola han firmado un acuerdo estratégico para fomentar la venta de vehículos electrificados, desarrollar la infraestructura de recarga de acceso público e impulsar la implementación de "incentivos públicos eficaces" para afrontar los objetivos marcados por la Unión Europea y el Plan Nacional de Energía y Clima (PNIEC).
Ambas entidades consideran que su unión es clave para promocionar con mayor fuerza la electromovilidad y abogan, justo cuando el sector insta a recuperar el Plan Moves 3 derogado por la oposición parlamentaria, por la "implementación de políticas e incentivos públicos eficaces para afrontar los objetivos marcados por Europa y que fija el Plan Nacional de Energía y Clima (PNIEC)".
Parón de pedidos de eléctricos
El presidente de Anfac y directivo de Renault, Josep María Recasens, ha reconocido que existe "cierto parón" en el mercado español de vehículos eléctricos durante febrero, después de que quedara sin efecto la prórroga del Plan Moves 3. En cambio, el presidente de Volkswagen Group España Distribución, Paco Pérez Botello, habló el día anterior de un frenazo "en seco" de los pedidos.
Para Recasens, existe una "demanda latente que está esperando a tener cierta claridad" para sustituir el coche en un parque muy envejecido. El directivo considera que el coche eléctrico se terminará imponiendo "por superioridad tecnológica y por conveniencia a la hora de conducir", y avanzó que "más pronto que tarde" va a ser "más barato que uno de combustión, mecánicamente".
La petición de ayudas llega el día después de que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, mostrara su "apuesta por una movilidad sostenible" con una visita a la nueva fábrica de cargadores de Wallbox en Barcelona, qaue ha recibido unos seis millones del PERTE VEC, el plan de apoyo a la industria.
Un plan para Europa y España
El presidente de Anfac ha atribuido la ventaja de China en el impulso al vehículo eléctrico al plan que ha permitido crear un "ecosistema montado estatalmente, desde las minas a los proveedores y fabricantes". "La pregunta es dónde está el plan europeo y en España, pero no hay vuelta atrás con el eléctrico", ha destacado Recasens
En la presentación delk acuerdo de Anfac e Iberdrola se ha puesto en valor que España es el segundo productor automovilístico de Europa, con 18 fábricas que producen 27 modelos de vehículos eléctricos e híbridos enchufables sobre un total de 40 modelos. Sin embargo, el vehículo electrificado avanza con lentitud en España, con un 11% de cuota de mercado en el último año, en comparación con el 20% de media en Europa.
Los dos aliados han destacado el potencial de la unión. Iberdrola, que opera más de 8.400 puntos de recarga con garantía de origen 100% renovable y tiene 4.000 más en desarrollo, es el líder en infraestructura de recarga en España. Por su parte, ANFAC representa a más de 60 marcas automovilísticas, consolidándose como el principal portavoz del sector en el país. La colaboración entre ambas entidades pretende acelerar la transición hacia una movilidad sostenible y convertir a España en un referente en el mercado de vehículos eléctricos en Europa.
Líder en red de carga
El CEO de Iberdrola España, Mario Ruíz-Tagle, destacó la importancia de la electrificación en la industria automovilística y los beneficios del coche eléctrico, como la reducción de la dependencia de combustibles fósiles, la ausencia de ruido y el ahorro en combustible. "La electrificación es imparable y la movilidad eléctrica ha llegado para quedarse. La firma de este acuerdo representa la alianza entre los principales fabricantes de automóviles y el líder de infraestructura de recarga pública y privada en España", afirmó.
Josep Maria Recasens reiteró la urgencia de despejar las incógnitas que tiene por delante la automoción. A su juicio, hay cuatro escenarios posibles para la industria del automóvil en 2025. El primero, con fabricantes incapaces de cumplir los objetivos de emisiones y enfrentando fuertes sanciones; el segundo, con una reducción drástica en la producción de vehículos de combustión, lo que podría derivar en el cierre de varias fábricas; el tercero, con la implementación de un plan de incentivos europeo para la compra de vehículos eléctricos; y el cuarto, con la opción de "pooling", que permitiría a algunas marcas comprar derechos de emisiones a otras.