El desembarco de marcas chinas de vehículos en el mercado automovilístico europeo se ha convertido en un nuevo factor disruptivo para la gran mayoría de las empresas. El inicio de la comercialización de los nuevos vehículos está teniendo un impacto fuerte o muy fuerte para el 47% de las empresas de movilidad y automoción españolas, según el Barómetro Auto Mobility Trends 2024.
Artículo publicado en la revista del Barómetro Auto Mobility Trends
Pese a la gran preocupación de las empresas, no hay una opinión unánime. El 21% de las empresas prevén un impacto muy fuerte por la llegada de los nuevos competidores chinos, seguido de casi un 26% que esperan un efecto fuerte y el mismo porcentaje se muestran más moderadas al expresar que habrá un impacto medio. Además, un 27% de las empresas prevén un impacto nulo o muy reducido.
Contenedor abierto de vehículos de China / PORT DE BARCELONA
Esta discrepancia en la percepción de los movimientos a raíz de la llegada de las marcas chinas que muestra el barómetro es un reflejo de la realidad, en la que algunas cadenas de concesionarios se han aliado con los fabricantes chinos para lograr una nueva fuente de negocio mientras que otras empresas han alertado del fuerte impacto del desembarco. Como telón de fondo se encuentra la subida de los aranceles de la UE a los coches eléctricos chinos, que se puede convertir en el inicio de una guerra comercial.
Preocupación moderada por complicaciones logísticas
Además del temor al impacto de la llegada de las marcas chinas, la automoción y la movilidad muestran una preocupación moderada por los efectos de las
complicaciones logísticas derivadas del cierre del mar Rojo a los buques mercantes. Un 35% de las empresas prevé un impacto fuerte o muy fuerte y la gran mayoria de las compañías, un 67%, esperan un impacto bajo o muy bajo.
Al mismo tiempo, todavía hay un 46% de empresas que prevén un impacto fuerte o muy fuerte por la nueva normativa de reducción de emisiones Euro 7, a pesar de que la UE la ha retrasado y suavizado. En general, el 50% de las compañías consideran que las normas de las administraciones para reducir las emisiones tienen un efecto fuerte o muy fuerte en su negocio.
La preocupación por los efectos derivados de la guerra de Ucrania se reduce con mucha intensidad. Solo un 24% de las empresas esperan un impacto fuerte o muy fuerte por problemas económicos o industriales como consecuencia de la guerra entre Ucrania y Rusia.