El despliegue de las zonas de bajas emisiones supone un cambio radical para muchas ciudades para el que se está buscando un estándar para facilitar su puesta en marcha y su homogeneización. Tanto el Gobierno como la Federación de Municipios y Provincias trabajan en la elaboración de guías y manuales de buenas prácticas para que las zonas de bajas emisiones tengan características comunes para los automovilistas de todas las ciudades. Sin embargo, los posibles cambios en las etiquetas de la DGT serán determinantes.

Están pendientes de esas guías 169 municipios de más de 50.000 habitantes y varios cientos de ciudades de más de 20.000 habitantes que también tendrán que restringir la circulación en caso de episodios de contaminación. El Ministerio para la Transición Energética está trabajando en una guía para las zonas de bajas emisiones que "muy pronto" saldrá a consulta pública para conocer la opinión de los ayuntamientos, según ha anunciado Ismael Aznar, director general de Calidad y Evaluación Ambiental en un encuentro digital convocado por Anfac. "Hay grandes expectativas, lo sacaremos a exposición pública muy pronto para consultarlo con los ayuntamientos", ha afirmado. 

Las etiquetas de la DGT, claves

Los ayuntamientos también dispondrán de un manual de buenas prácticas que está preparando la FEMP para facilitar el despliegue de las zonas de bajas emisiones, según ha anunciado Alfonso Gil, segundo teniente de alcalde de Bilbao, que ha destacado la necesidad de poner en marcha la medida con diálogo y en el marco de una transición que tenga en cuenta la realidad del tejido social y productivo del sector de automoción.

Sobre la mesa, uno de los asuntos clave en el despliegue de las nuevas zonas de bajas emisiones será el de las etiquetas ambientales de la DGT para los vehículos, que determina los coches que pueden acceder a las zonas acotadas pero que se encuentra en proceso de revisión. "Hay que ver hasta qué punto se puede afinar un poco más. Ver cómo tratamos de manera equitativa al parque de vehículos", ha afirmado Ismael Aznar en relación con los posibles cambios en el sistema de etiquetas que estudia la DGT.

De momento, la DGT ya ha hecho su propuesta de señal para colocar en la entrada de las zonas de bajas emisiones, en la que se muestra la prohibición de circulación para coches contaminantes. En su propuesta, solo se permite la entrada a esas áreas restringidas a los vehículos con etiquetas ambientales Cero, Eco y C (verde), pero no aparece la B (amarilla). La DGT aclara que "la señal que informa de la entrada prohibida a vehículo de motor, excepto aquellos vehículos que dispongan del distintivo ambiental indicado por la entidad local en la parte inferior de la señal". De hecho, en las zonas de bajas emisiones ya implantadas en Barcelona, Madrid y otras ciudades sí se permite la circulación de los coches con etiqueta B, en los que se incluyen los diésel y los de gasolina más antiguos.

Oferta y demanda de eléctricos

Francisco Aranda, presidente de la asociación UNO Logística, ha reclamado "diálogo y racionalidad, sabiendo que es lo que existe en el mercado" para la implantación de las restricciones de circulación, que ya han provocado conflictos judiciales de los transportistas con ayuntamientos como el de Madrid. Aranda ha defendido medidas como el reparto nocturno, la flexibilidad horaria y "cierta homologación entre ciudades para tener más eficiencia".

Para José López-Tafall, director general de Anfac, "es una buena noticia la aprobación de la ley de cambio climático para aclarar los parámetros en los que nos tenemos que mover". A su juicio, la descarbonización es "un proceso que va a llevar tiempo" y para el que los fabricantes de vehículos plantean una movilidad multimodal que dependerá de las ciudades. "La oferta de vehículos electrificados está disponible, pero hay que tener en cuenta la demanda de los consumidores, que seguirán pidiendo una movilidad asequible y ahora también sostenible. La transición será de 20 años según la ley. Pero hay que huir de radicalismos porque estamos afectando a la demanda. No hay un problema de oferta de vehículos, sino de cómo avanzamos sin dejar a nadie atrás", ha asegurado López-Tafall.