A la compañía china Xiaomi, que comercializa sus productos con la marca Mi, no le basta con los teléfonos móviles, relojes, tablets y patinetes eléctricos. Tiene un plan para entrar en la industria de automoción que va en serio. Ya tiene el permiso de las autoridades chinas para construir una fábrica en Pekín de la que saldrán 300.000 vehículos eléctricos al año a partir de 2024.
La firma tecnológica ha firmado un acuerdo con las autoridades de Pekín para construir la planta en dos fases, aunque no se ha divulgado cifra alguna con respecto a la inversión que supondrá.
500 empleados dedicados ya
Xiaomi, conocida por sus teléfonos móviles y otros dispositivos inteligentes, anunció el pasado mes de marzo su entrada en el sector de los vehículos eléctricos con la inversión de 10.000 millones de dólares (8.864 millones de euros) a lo largo de 10 años.
En septiembre, la compañía oficializó la creación de su nueva filial dedicada a ese tipo de vehículos, con un capital inicial de 10.000 millones de yuanes (1.567 millones de dólares, 1.389 millones de euros).
Más de 500 empleados ya trabajan en el proyecto del coche eléctrico de Xiaomi en la nueva empresa filial creada, indicó recientemente la tecnológica, que ya fabrica algunos vehículos eléctricos de tamaño pequeño como patinetes y que también se asoció con la compañía china Super Soco para producir conjuntamente motos eléctricas.