El coche autónomo de Volvo tiene serias aspiraciones de revolucionar el transporte. La marca sueca ha presentado su 'concept car' Volvo 360c, un coche cama, oficina y salón que quiere competir con los vuelos cortos. ¿Volar? Mejor viajar en coche autónomo y aprovechar para dormir. Esa es la propuesta de Volvo con el 'concept car' 360c, la interpretación de los futuros vehículos de conducción autónoma, eléctricos y conectados. "Imagina un mundo en el que viajas largas distancias sin necesidad de aeropuertos. Un mundo en el que se puede evitar la seguridad del aeropuerto, horas de cola y espera, y aviones ruidosos y estrechos", explica Volvo en la presentación de su revolución para el transporte.
El Volvo 360c intenta atraer a los pasajeros de vuelos domésticos
Son argumentos de peso especialmente para trayectos de unos 300 kilómetros, según la compañía. Su objetivo es un nuevo mercado muy suculento. Por ejemplo, en Estados Unidos 740 millones de pasajeros utilizaron vuelos domésticos en 2017. La ventaja del coche autónomo aumenta cuando se trata de vuelos muy congestionados como los de Nueva York, Washington, Houston o Dallas en los que se tarda más tiempo en ir en avión si se cuenta el tiempo antes y después del vuelo que en ir en coche.
El Volvo 360c permite a sus usuarios dormir a pierna suelta en un coche cama, sentarse alrededor de una mesa central para trabajar o conversar o sentarse como en el sofá de casa. Hakan Samuelsson, presidente y consejero delegado de Volvo Cars, asegura que "el impulso autónomo nos permitirá dar el gran paso adelante en seguridad, pero también abrirá nuevos y emocionantes modelos comerciales y permitirá a los consumidores pasar tiempo en el automóvil haciendo lo que quieren hacer".