El sueño de que España cuente con fábricas de baterías puede que no sea tan descabellado. Como mínimo, el país cuenta con el segundo depósito natural de litio más grande de Europa con capacidad para 10 millones de coches eléctricos. La compañía Infinity Lithium, que dirige el proyecto de extracción y procesado de litio en San José de Valdeflores (Cáceres), considera que España tiene ante sí "una oportunidad única" de liderar a nivel europeo toda la cadena de valor que representa la piedra angular de las baterías de vehículos eléctricos.
"España está en una posición única y privilegiada para atraer inversiones en toda la cadena de valor" de este segmento, por lo que "debe valorar muy significativamente" el peso estratégico del proyecto de Valdeflores, en cuyo yacimiento se encuentra el segundo mayor depósito de litio de Europa.
En una entrevista concedida a EFE en Cáceres, su director ejecutivo de Estrategia Corporativa, Vincent Ledoux Pedailles, ha remarcado que otros países europeos no pueden desarrollar el suministro de litio de la manera que puede tener España con esta oportunidad, la cual, además, cumple con todos los requisitos medioambientales que exige la UE y el resto de Administraciones.
Apoyo europeo
El hidróxido de litio que será procesado en la planta de San José de Valdeflores, afirma Ledoux, quien está convencido de que el proyecto saldrá adelante, es un componente esencial para las baterías de ion-litio, piedra angular del desarrollo del vehículo eléctrico.
Una propuesta que se enmarca en dos procesos que Europa está llevando a cabo: la transformación de la industria del sector del automóvil -España es el segundo fabricante de la UE- hacia la movilidad eléctrica, y las políticas energéticas y medioambientales hacia un modelo sostenible, ecológico y de lucha contra el cambio climático. Europa, que no produce litio dentro de sus fronteras, afronta con retraso la implantación de fábricas de baterías, pieza clave para la transformación de la industria de la automoción.
Por ello, tal como ha explicado Ledoux, la Comisión Europea está financiando iniciativas a través del Banco Europeo de Inversiones. "Europa quiere apoyar este tipo de proyectos por la relevancia que tiene de empleo, de generación de inversión y de dar salida a una nueva industria que actualmente no existe en Europa".
Empleo generado
El proyecto industrial cacereño, que prevé la extracción del mineral a cielo abierto y una planta de proceso del hidróxido de litio, tiene un peso estratégico en el campo de las baterías y del desarrollo de la cadena de valor", reitera. "No tiene ningún sentido una parte sin la otra, ni financiera, ni técnica ni medioambientalmente hablando", apunta el director de la Estrategia Corporativa en referencia a la mina y a la planta de procesamiento, si bien este último elemento es "el eje del proyecto".
De hecho, el 83 por ciento de la inversión, cifrada en 280 millones de euros, se destinará a la planta industrial, que concentrará también la mayor parte del empleo. Al margen de los 310 puestos de trabajo previstos en la fase de construcción (dos años), se necesitarán 195 constantes en tareas de extracción y de la planta. Esta última aglutinará a 155 de estos empleos.
Ecosistema eléctrico
Las 15.000 toneladas de hidróxido de litio que, según los estudios realizados, podrá producir la planta se podrá abastecer a unos 10 millones de vehículos eléctricos.
Ledoux ha expuesto que la Comisión Europea y la Alianza Europea de Baterías respaldan el proyecto cacereño tras conocer "al máximo de detalle" las estrategias empresariales y los aspectos medioambientales. "A nivel nacional estamos en contacto con grupos industriales y con los respectivos ministerios, los cuales siguen el proyecto por el peso estratégico que supone", agrega.
A nivel regional y nacional, la firma Tecnología Extremeña del Litio (TEL), consorcio formado por Valoriza Minería (Filial de Sacyr) e Infinity Lithium, mantiene "un diálogo constante" con el sector empresarial, instituciones y colectivos "para dar a conocer el proyecto y fomentar el diálogo".
"Somos muy optimistas en cuanto al apoyo que vamos a recibir", subraya Ledoux, quien, al margen del empleo, riqueza e impuestos que supondrán para las arcas públicas (900 millones de euros), asegura que el litio se extraerá mediante un proceso industrial "muy avanzado, pensando para minimizar el impacto sobre el entorno, la fauna y la flora" del paraje.
Según él, el proyecto irá más allá de lo que marca la exigente normativa europea y, por ende, las española y extremeña.
El proyecto prevé la reutilización del agua de sus propios procesos, descarta filtraciones al acuífero del Calerizo, propone los denominados "relaves de pila seca" para apilar el material extraído, sostiene que más del 99 % de los residuos serán inertes y el agua saldrá de la EDAR de Cáceres y de una planta propia de ósmosis inversa.