El incendio de un Tesla Model 3 ha causado un buen susto y daños materiales considerables en el párking de un edificio de viviendas de Barcelona en el que estaba aparcado. El coche eléctrico ha comenzado a arder en el aparcamiento subterráneo y ha obligado a los bomberos de Barcelona a emplearse a fondo para extinguir las llamas, que al parecer se habían originado en las baterías.
El cuerpo de bomberos de la ciudad de Barcelona ha tenido que desplazar al lugar del incendio, en el pasaje de Mas de Roda del barrio del Poblenou, tres autobombas, una autoescalera, una ambulancia, dos vehículos de mando y un camión de aire y ventilación para disipar el espeso humo que se había concentrado en el aparcamiento a raíz de las llamas del Tesla Model 3.
Extinción laboriosa
En las imágenes publicadas por los bomberos y algunos vecinos en redes sociales se puede apreciar el coche eléctrico causante del siniestro completamente calcinado, especialmente en la parte central y en el techo del vehículo. Las baterías del Model S están ubicadas en el suelo del habitáculo del coche, entre los dos ejes, y tienen una capacidad para almacenar desde 60 kWh de las primeras versiones hasta 100 kWh en las unidades a partir de 2022. La potencia máxima de carga es de 250 kW.
Según explican los bomberos, en el incendio han resultado dañados por las llamas dos vehículos, el propio Model S y un BMW aparcado a su lado. Otros vehículos situados en las proximidades también han sufrido daños, según explicaron algunos vecinos. Horas después de haber sofocado el fuego registrado en la tarde del domingo, 25 de septiembre, los vecinos no podían acceder al párking.
La extinción de las llamas ha sido laboriosa debido a la elevada temperatura de las baterías, que ha provocado que el fuego se reavivara cuando parecía que ya estaba apagado.
Tesla minimiza los incendios
Los bomberos de Barcelona han experimentado el problema con el que se encuentran todos sus colegas a la hora de apagar el fuego provocado por las baterías de un vehículo eléctrico. Este no es, ni mucho menos, el primer incendio sufrido por un vehículo de Tesla o de algún otro modelo eléctrico de otros fabricantes. Tras estos fuegos espontáneos de automóviles eléctricos mientras cargan o incluso desenchufados se encuentran a menudo fallos en el aislamiento de los cientos de celdas que componen la batería que han provocado llamadas a revisión para llevar a cabo su sustitución.
Tras una oleada de incendios, Tesla respondió que los incendios de sus vehículos "son eventos excepcionalmente raros" y aseguraba que sus vehículos habían sufrido un incendio por cada 170 millones de millas recorridas, una proporción mucho más baja que la del parque automovilístico general, que registra un coche incendiado por cada 19 millones de millas recorridas.