Sara Aagesen toma el relevo como nueva ministra de Transición Ecológica, en sustitución de Teresa Ribera, que accede a una vicepresidencia de la Comisión Europea, con la expectativa del continuismo y con el Plan Moves como una de las patatas calientes. Aagesen, hasta ahora secretaria de Estado de Energía, asume el cargo en un contexto desafiante, con numerosos temas pendientes que incluyen la reforma del sector energético, la descarbonización además de la decisión sobre las ayudas a la movilidad eléctrica, que está muy por detrás de los que se habia planificado.
Aagesen ha sido una figura clave en el diseño del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) 2021-2030, que establece una ambiciosa estrategia para la transición energética de España cuestionada por ser poco realista por parte del automóvil. Este plan contempla inversiones de 308.000 millones de euros y la meta de que las energías renovables generen el 81% de la electricidad en 2030, lo que refleja su enfoque técnico y su alineamiento con las políticas de su predecesora.
Retos inmediatos de Sara Aagesen
Entre los desafíos más apremiantes, se encuentran:
- El Plan Moves: Criticado por su aplicación burocrática en las comunidades autónomas, será una de las asignaturas pendientes para impulsar la adopción de vehículos eléctricos en un mercado a la baja. El sector de automoción ha reclamado la sustitucion del Moves 3 por una reforma de la fiscalidad que permita a los compradores de coches eléctricos disponer de la rebaja de precio en el momento de la compra y evitar la distorsión que sucede ahora, en que los usuarios tardan hasta dos años en percibir la subvención.
- El impuesto a las energéticas: Aagesen deberá manejar las tensiones con las empresas del sector, que argumentan que este gravamen limita su capacidad de inversión en proyectos de descarbonización.
- El cierre nuclear: España enfrenta el calendario de clausura de las centrales nucleares en un momento de creciente interés por los reactores modulares en otros países.
- Subastas de renovables: Retomar y dinamizar los procesos para cumplir los objetivos de transición energética.
- Gestión del agua y la sequía: Abordar la crisis hídrica y la preservación de espacios naturales como Doñana serán fundamentales en su agenda medioambiental.
El contexto político y económico
Aagesen también tendrá que liderar la reestructuración institucional del sector energético, como la recuperación de la Comisión Nacional de la Energía (CNE), separándola de la CNMC. Esto ocurre en un clima de incertidumbre sobre las retribuciones del sector eléctrico y los retos derivados de la crisis energética global.
Una nueva etapa, pero con la sombra del pasado
Aunque su nombramiento refuerza la continuidad de las políticas de Ribera, su llegada representa una oportunidad para ajustar estrategias y mejorar la ejecución de proyectos clave, como el Plan Moves, que ha generado frustración tanto en consumidores como en fabricantes. Además, deberá reconciliar las diferencias con sectores estratégicos como el automóvil y el energético, donde las tensiones con Ribera han sido constantes.
Sara Aagesen, reconocida por su perfil técnico, tendrá que equilibrar la ambición climática con una implementación efectiva y un diálogo fluido con los sectores implicados, marcando así el rumbo de una transición ecológica que no solo sea ambiciosa, sino también eficiente.