La ceremonia de proclamación de Vladimir Putin como presidente de Rusia para un nuevo mandato tuvo un nuevo protagonista. En el marco de la pomposidad del acto destacó la presencia de la nueva limusina de Putin, un coche oficial de fabricación casi 100% rusa que forma parte de un proyecto nacional con una inversión de 165 millones de euros para sustituir los Mercedes que utilizaban hasta ahora.

Las imágenes de Putin subiendo a su nuevo coche oficial de seis metros de largo con aires de tanque han dado la vuelta al mundo y han eclipsado incluso la presencia del presidente de Rusia. El estreno oficial de la nueva limusina ha sido el pistoletazo de salida de un proyecto impulsado por el Ejecutivo de Putin como un plan de interés nacional con una inversión de unos 165 millones de euros, según las informaciones publicadas por la agencia de noticias rusa RIA.

Proyecto público con tres modelos

El proyecto Kortezh supone la creación de un modelo de limusina para los altos cargos de la Administración rusa, así como una berlina y una furgoneta. En el desarrollo de esos modelos han intervenido el centro publico de investigación e ingeniería NAMI junto con el fabricante ruso Sollers, todos coordinados por el Ministerio de Industria. A pesar de que el proyecto de limusina se ha revestido de un aire patriótico ruso, los ingenieros de ese país han contado con la ayuda de Porsche para el motor de 12 cilindros y nada menos que 800 caballos. La comparación con la limusina en la que viaja Donald Trump ha sido inevitable, más en un momento de tensión política entre las dos superpotencias mundiales. En Rusia ya tienen claro que la nueva limusina tanque de Putin es mejor que la de Trump. Habrá que esperar la respuesta desde Estados Unidos.