El mapa de puntos de carga de vehículos eléctricos en España tiene más enchufes de lo que dicen algunas estadísticas, aunque se enfrenta a varios problemas que actúan como frenos para su desarrollo. La burocracia de las administraciones y de las compañías distribuidoras de electricidad provocó que el 34% de los puntos instalados hasta final de 2002 se encontrara fuera de servicio a la espera de conseguir los permisos.
Al acabar el año 2022 había en España un total de 28.973 puntos de recarga de vehículos eléctricos de acceso público IRVEs construidos, aunque solo estaban operativos 21.573, según el Anuario de Movilidad Eléctrica de Aedive. Un total de 7.400 puntos, el 34% de los enchufes instalados, no estaban operativos debido a que se encontraban a la espera de lograr las autorizaciones necesarias por parte de las administraciones o de las compañías distribuidoras eléctricas.
Media de uso del 4,2%
El parque de infraestructuras de recarga que sí están operativas aumentó en 8.200 puntos en 2022 que sí consiguieron los permisos y se pudieron conectar a la red eléctrica, según las cifras de Aedive proporcinadas por las empresas instaladoras y las operadoras de carga que forman parte de Aedive. Los nuevos datos sobre el mapa de puntos de carga son "relevantes", según Aedive, que destaca la falta de información fiable que existía hasta ahora.
La inversión en infraestructura el año pasado fue de 220 millones de euros, según los datos de las empresas instaladoras y gestoras. Sin embargo, otro problema es que esa inversión choca con una utilización de los puntos de carga muy baja, con una media del 4,2% en toda la red. El director general de Aedive, Arturo Pérez de Lucia, ha destacado las grandes diferencias existentes entre algunos puntos en los que se pueden ver colas y otros muchos que apenas reciben vehículos eléctricos.
Un 35% de baja potencia
La puesta en marcha de los puntos de carga será cada vez más acuciante ante el aumento de las ventas de vehículos electrificados. En 2022 se matricularon 100.425 vehículos electrificados, de los que 52.224 corresponden a eléctricos puros y 48.201 a híbridos enchufables. Además, en el año anterior se vendieron en España 15.114 vehículos electrificados de ocasión con una media de antigüedad de casi tres años.
Otra de las novedades que aporta el anuario de Aedive es una foto más real del mapa de los puntos de carga en función de su potencia. Del total de infraestructuras instaladas a final de 2022, el 65% es de carga superior a los 22 kilovatios (kW), de los que el 30% son de carga rápida y alta potencia hasta 400 kW, mientras que el 35% son de baja potencia (menos de 22 kW). Estos datos desmienten la afirmación de que la mayoría de puntos de carga en España son de baja potencia, según la asociación.
La creciente industria de fabricación de puntos de recarga en España exportó el 87% de las infraestructuras, unas 315.000 unidades del total de 360.000, que supuso una facturación de 300 millones de euros. Aedive ha reclamado a las administraciones españolas que den prioridad a las compras de enchufes fabricados en España para evitar situaciones como el último concurso de la Guardia Civil, que adjudicó sus puntos de carga a un fabricante asiático.