La escuela de diseño Elisava de Barcelona acaba de crear un prototipo de moto eléctrica de rescate para montaña que oculta muchas innovaciones. El modelo Dayna destaca por su ligereza y por sus costes reducidos gracias a la utilización de la impresión 3D para un total de 19 piezas de uso final.
La tecnología FFF de impresión 3D y las impresoras de la empresa catalana BCN3D se encuentran detrás de piezas esenciales del carenado como el guardabarros y de otras interiores. "Con fabricación aditiva hemos podido hacer piezas plásticas tanto en materiales con refuerzo de fibra como sin él, lo que nos ha dado una libertad a la hora de definir la forma de los componentes que ningún otro proceso de fabricación nos hubiera permitido", indica Jacobo Mateos, director del proyecto del Elisava Racing Team.
El resultado de la colaboración de los estudiantes de la escuela Elisava y los especialistas en impresión aditiva de BCN3D ha sido la inclusión en la moto de unas piezas más resistentes para un prototipo diseñado para moverse en un exigente como la montaña y los rescates.
Ventajas de la impresión 3D
“Con fabricación aditiva hemos podido hacer piezas plásticas tanto en materiales con refuerzo de fibra como sin él, lo que nos ha dado una libertad a la hora de definir la forma de los componentes que ningún otro proceso de fabricación nos hubiera permitido", añade Jacobo Mateos.
"El innovador trabajo del Elisava Racing Team ilustra a la perfección las numerosas ventajas de la impresión 3D: trabajar con materiales fuertes y resistentes, idoneidad para piezas de uso final, posibilidad de iteración rápida y eficiencia de tiempo y costes", según explica BCN3D.
El prototipo Dayna tiene un chasis Gas Gas de enduro de combustión que se ha adaptado para servir como esqueleto de una moto eléctrica. Cuenta con una batería extraíble con una capacidad para 2,8 kWh que permite una autonomía de 40 kilómetros.