Si Alec Issigonis levantara la cabeza, no sé que opinaría de la propuesta de futuro para los Mini. El modelo heredero del original diseñado por Alec Issigonis en 1959 quiere transformarse en un nuevo vehículo más parecido a una furgoneta futurista. Se trata del Mini Vision Urbanaut, un concepto por ahora solo digital que revoluciona la herencia de la emblemática marca británica en manos del grupo alemán BMW.
"La marca Mini siempre ha sido sinónimo de uso inteligente del espacio. En Mini Vision Urbanaut, ampliamos el espacio privado hasta el ámbito público, creando experiencias completamente nuevas y enriquecedoras", explica Adrian van Hooydonk, director de diseño de BMW Group.
El nuevo vehículo eléctrico y autónomo que ha esbozado Van Hooydonk no tiene nada que ver ni con el Mini clásico ni con el revival que lanzó BMW en 2001, salvo por esa filosofia de exprimir las posibilidades de un espacio limitado. Ahora, la marca propone un vehículo polivalente para diversas situaciones de la vida cotidiana y muy pensado para compartir y hacer vida social en su interior.
Hasta un sofá cama
El Mini Vision Urbanaut mide 4,46 metros de largo y tiene una altura inusualmente elevada, más propia de una furgoneta pequeña o un monovolumen. “En 1959, el primer Mini marcó el comienzo de una revolución a pequeña escala en la construcción de vehículos con su motor montado transversalmente”, recuerda Oliver Heilmer, Jefe de Diseño Mini. "Con el Mini Vision Urbanaut hemos podido repensar y aumentar la superficie útil dentro del coche aún más en relación con su huella".
Su interior es muy modulable y adaptable a la conducción autónoma y a los momentos de relax gracias a la posibilidad de girar hacia atrás los asientos delanteros y a su transformación en sofás con las vistas que proporciona la luna abatible delantera, que crea un efecto balcón o camper. Y por la noche o en los viajes largos, el interior del Mini Vision Urbanaut se transforma en un sofá cama.