Uber está acostumbrada a luchar a contracorriente, aunque esta vez la corriente es muy fuerte. La empresa que ha puesto en jaque los taxis de numerosas ciudades ha encadenado varias noticias negativas que retratan sus trapos sucios. El fundador de Uber ha tenido que pedir disculpas en varias ocasiones por la cadena de manchas en su imagen. En el menú de esa ropa sucia que se lava en público hay un poco de todo: acoso sexual, espionaje industrial, menosprecio y engaño. No está nada mal para ser noticias aparecidas en apenas una semana. La calma que vivía Uber se rompió con la denuncia de una ingeniera del acoso sexual que sufría desde hacía dos años por parte de un directivo al que el departamento de recursos humanos protegió.
Denuncia de Google por espionaje
Cuando todavía estaba bajo los efectos de la resaca de ese escándalo, que obligó a Uber a anunciar una investigación interna y a fondo, saltó el siguiente capítulo de la semana 'horribilis' de la compañía: una denuncia de Waymo por espionaje industrial con un guión de novela por haberse apropiado presuntamente de la tecnología del coche autónomo a través de un exempleado que luego fundó Otto, comprada por Uber. Si se comprueba la veracidad de esa denuncia de la filial de Google, las indemnizaciones pueden suponer un golpe durísimo para la empresa de coches alternativos a los taxis.
Ejemplo de malas prácticas
Y no quedó ahí el reguero de malas noticias. El fundador de Uber, Travis Kalanick, fue cazado en un vídeo cuando menospreciaba a uno de sus conductores reclutados que se quejaba de las malas condiciones de trabajo por los precios bajos que le imponían. Para acabar de completar esa mala semana, varios exempleados de Uber destaparon el engaño de la marca con su app para despistar a inspectores incómodos al enredarlos con coches que esperaban que en realidad eran falsos. Como ha reconocido Kalanick, necesita ayuda para ser un mejor líder. La economía colaborativa tiene muchas ventajas, pero quedan en entredicho cuando esa empresa se convierte en un ejemplo de malas prácticas.