Aunque todavía tiene una presencia escasa en el mercado, los LED se perfilan como los ganadores. La introducción de los LED como luces de serie del nuevo Seat León puede convertirse en un indicador del salto adelante que puede dar la nueva tecnología de iluminación aplicada en el sector del automóvil. Seat ha convertido el sobrecoste que significa ofrecer de serie faros de LED en lugar de los halógenos en un factor para competir en el segmento más duro del mercado, el de los turismos compactos.
La diferencia de los LED con las luces más extendidas, las halógenas, e incluso con los faros de Xenon son apreciables a primera vista. En las pruebas del nuevo León organizadas por Seat en Málaga, el LED destacó por su luminosidad y direccionalidad y orientación. Una de las características de los LED es que producen una luz con una temperatura muy próxima a la natural. El León se convierte así en el coche más asequible (14.990 euros) en ofrecer faros de LED de serie, una opción reservada hasta ahora a la gama alta y media-alta o en vehículos eléctricos e híbridos.
Tal como destaca Magnetti Marelli, filial de Fiat y uno de los principales fabricantes de faros, los LED tienen además las ventajas de una vida muy larga, un consumo de electricidad muy bajo que contribuye a reducir las emisiones de CO2, así como un ahorro de espacio y la flexibilidad de diseño de los faros. "Con el desarrollo de los faros completamente de LED, esta tecnología ha logrado todas las funciones para la producción masiva", destaca el proveedor.
A medida que se vayan extendiendo los LED, su coste, su principal inconveniente, se irá reduciendo. Es muy probable que las previsiones de crecimiento de los LED se queden cortas. En el 2011 sumaron el 1% del mercado y se esperaba que subieran al 4% en el 2015. Las luces de Xenon representan ahora alrededor del 20% de las ventas mundiales y pueden sufrir un Xenoncidio a manos de los LED.