El Gobierno municipal de Manuela Carmena tuvo en el horno la normativa de Madrid Central durante un largo periodo de tiempo. Quería asegurarse de tener todos los flancos legales cubiertos porque sabía que podía ser recurrida por alguna de las partes que se muestran en contra. Quizá el guión no ha sido el que esperaba Carmena porque la enmienda a la totalidad ha venido del nuevo alcalde y el recurso ha sido contra esa enmienda. Pero, finalmente, la norma ha acabado sobre la mesa de un juez que ha anulado la moratoria de las multas y tendrá que decidir sobre el fondo del asunto. Algo similar ocurrirá, por ejemplo, con la polémica normativa anticontaminación que aplica Baleares.
Se veía venir una evolución así teniendo en cuenta que la lucha contra la contaminación se está convirtiendo en un terreno cada vez más ideologizado a pesar de que que debería convertirse en el eje de acuerdos de consenso o amplios y estables y estructurales. En lugar de eso, los ciudadanos de Madrid andan estos días completamente desorientados smantuvo silencio sobre la efectividad obre lo que está pasando y sobre la respuesta del Ayuntamiento de Madrid. ¿Hará caso el ayuntamiento y multará a los coches sin etiqueta que entren a Madrid Central?
Jugar al gato y al ratón
La respuesta del Ayuntamiento del nuvo alcalde del PP solo ha hecho que añadir más confusión y mostrar el camino por el que discurrirá la norma de Madrid Central. El Ayuntamiento se limita a decir que "acatará cualquier decisión judicial" pero sin aclarar cuándo empezará a imponer multas de nuevo por la reactivación de las restricciones de tráfico a Madrid Central. En declaraciones informales a varios medios, el consistorio dijo que aplicará el fallo judicial el lunes porque fue recibido después de las 15.00 horas del viernes, con lo que considera que era fuera del horario de apertura de las oficinas municipales.
Eljuego del gasto y el ratón ha comenzado en el ámbito de Madrid Central, que prometerse eternizarse en los tribunales con recursos y contrarrecursos. Algo similar puede ocurrir con las restricciones al tráfico en las carreteras de Baleares, que han sido recurridas por el sector del automóvil. Demasiado enmarañamiento para un asunto crucial para la economía y para la salud de los ciudadanos.