La tecnología y el talento colaborativos de trabajadores y empresas se han puesto al servicio del combate del coronavirus. Varias iniciativas espontáneas de ingenieros, técnicos y compañías de varios sectores, incluido el del automóvil, se han volcado en buscar soluciones a algunos de los problemas con los que se enfrenta el personal médico y de enfermería en la atención a los pacientes con Covid-19.
Domicilios particulares y empresas se han convertido en improvisados talleres en los que se diseñan y producen mascarillas y respiradores para las unidades de cuidados intensivos (UCI), dos de los cuellos de botella de la sanidad en la atención a los pacientes del coronavirus.
Una buena parte de las iniciativas desinteresadas y altruistas se basan en las ventajas y la flexibilidad que permite la tecnología de la impresión 3D. Cientos de impresoras particulares y de empresas han cambiado su actividad habitual para empezar a imprimir mascarillas y piezas para ventiladores.
Medio centenar de empleados de Renault en España ha puesto en marcha su creatividad e ingenio durante el periodo de alerta sanitaria para ayudar a la sociedad, por lo que están fabricando mascarillas para hospitales y residencias de ancianos en las impresoras 3D de sus domicilios.
Proyecto de empleados de Renault
Tal como ha informado la compañía francesa, sus empleados están colaborando, además, con un grupo nacional en el diseño de respiradores que también se realizarán en impresoras 3D. Todo empezó después de que Alicia Castreño, empleada de la factoría de Motores de Valladolid, leyese cómo un grupo de italianos estaba haciendo respiradores con impresoras 3D. Así, se puso en contacto con otros compañeros y les lanzó el reto.
En pocas horas, se había creado un grupo de WhatsApp con trabajadores de todo el grupo Renault en España, bajo el nombre 'Renault al rescate'. La marca colaborará con la iniciativa de sus empleados poniendo a su disposición la veintena de impresoras de este tipo que tiene la empresa y sus consumibles. La firma también ha donado 30.000 mascarillas, 1.000 pares de guantes, 500 buzos traje y 100 pares de gafas al sistema sanitario español.
BCN3D y Seat ofrecen sus impresoras
Estas iniciativas colaborativas se han convertido en una inspiración para la compañía tecnológica cartalana BCN3D, que habitualmente ya trabaja con la sanidad y la industria automovilística y que ha ofrecido su granja de 63 impresoras para acelerar la producción de mascarillas y ventiladores. Aceptan proyectos en una cuenta de correo electrónico.
También se han ofrecido a colaborar con estas iniciativas Seat, el Consorci de la Zona Franca, HP y Leitat para poner al servicio de la fabricación aditiva industrial personal técnico especializado y equipos. Esta alianza también ha habilitado un correo para recibir propuestas.
Empleados de Seat 'inventan' mascarillas
Además, empleados de Seat se han organizado para convertir componentes de los coches en equipos de protección individual para el personal sanitario. La base para fabricar mascarillas con los filtros del aire acondicionado acoplados en una base impresa en 3D. Los promotores de esta iniciativa calculan que pueden producir 44.000 mascarillas con los 7.300 filtros que tenían en estoc a un ritmo de 10.000 al día. La creatividad de los trabajadores de Seat también ha permitido producir prototipos de respiradores para las UCI con motores de limpiaparabrias.
La alianza entre Consorci de la Zona Franca (CZFB), HP y Leitat (Tecnio) junto al CatSalut, a través del Consorci Sanitari de Terrassa (CST) y el Hospital Parc Taulí de Sabadell (Barcelona), han conseguido desarrollar un respirador de campaña industrializable preparado para dar apoyo a los hospitales y UCI. Este dispositivo es industrialmente escalable, de forma que "se puede llegar a una capacidad de producción de entre 50 y 100 unidades diarias la próxima semana".
Para la producción se cuenta con las empresas Airbus y Navantia que se han unido a la alianza, que también se apoyará en la capacidad de producción de usuarios y comunidades de 'makers', con el objetivo de conseguir incrementar la capacidad de producción "en pocos días".
Zapatos por mascarillas
La reconversión temporal de empresas para arrimar el hombro en la búsqueda de una solución a la escasez de material sanitario no conoce fronteras. Hay ejemplos en muchos sectores. Además de la automoción, el fabricante de zapatos Callaghan se ha aliado con los proveedores Foamiar, Permega y Don Cordón para tener los materiales necesarios para confeccionar mascarillas de tela que entregan a la sanidad de La Rioja, comunidad en la que se ubica la fábrica de calzado. El productor de perfumes Puig ha adaptado sus instalaciones de Vacarisses (Barcelona) para producir botes de solución hidroalcohólica desinfectante.
En Italia, Fiat Chrysler (FCA) y Ferrari se han ofrecido para ayudar en la producción de respiradores artificiales a la empresa líder en sistemas de respiración italiana Siare Engineering Internacional. El director general de Siare, Gianluca Preziosa, ha señalado en las redes sociales que FCA y Ferrari se han mostrado disponibles a producir algunos componentes primarios y mecánicos de alta precisión que conforman estos respiradores artificiales, necesarios en el tratamiento para las personas afectadas por el virus.
Al igual que sucede con los planes de contingencia y de prevención, una parte de la inspiracion viene de la experiencia cosechada en China en la lucha contra el Covid-19. En ese país, también hubo empresas que se volcaron en producir material sanitario, como el fabricante de vehículos eléctricos BYD, que en pocos días montó una línea de producción de mascarillas.