Las carreteras de todo el mundo están llenas de rotondas. Kilométricas, partidas o incluso inteligentes pero todas tienen algo en común: las dudas que generan entre los conductores a la hora de circular por ellas. De hecho, según un estudio elaborado por Axa en España, dos de cada tres usuarios no saben cómo conducir adecuadamente en una glorieta. ¿Quién tiene preferencia de paso? ¿En qué carril nos tenemos que situar? ¿Cuándo debemos usar el intermitentes? Esta es una guía para superar con éxito una rotonda.
A poca velocidad
El acceso es uno de los momentos más delicados. Según Axa, el 54% de los accidentes en una glorieta se producen al entrar en ella. La primera recomendación al llegar a una rotonda es rebajar la velocidad. En el caso de circular por países como Reino Unido, Irlanda o Australia, hay que recordar que la entrada y salida es desde la izquierda.
Ceder el paso
La segunda norma de oro es ceder el paso a quienes están dentro de la glorieta. En el caso de que el conductor tenga dudas de si tiene suficiente tiempo para acceder de manera segura, los expertos recomiendan esperar hasta que la maniobra se pueda llevar a cabo sin riesgo de accidente.
Elegir el carril
Llega el momento de conducir dentro de la glorieta. En general, es recomendable circular por el exterior para cruzar menos carriles y que las maniobras sean más seguras. En cambio, si vamos a cambiar de sentido o a hacer un recorrido largo en la glorieta, es aconsejable utilizar los carriles interiores.
Asistentes como el Lane Assist pueden ayudarnos a mantenernos en el carril. "Con una cámara frontal que reconoce las líneas, el Lane Assist nos avisa de cuando estamos a punto de desviarnos", apunta Marc Seguer, responsable de Asistentes de Seguridad en SEAT.
Una vuelta más
En el momento de la salida, debemos colocarnos en el carril exterior, señalizando convenientemente la maniobra. El coche que circula por el exterior siempre tiene preferencia. Si en el momento de cambiar de carril, éste está ocupado por otro vehículo, el consejo es claro: dar la vuelta de nuevo a la rotonda hasta que esté libre y podamos salir de manera segura.
No sin el intermitente
El uso de los intermitentes en las glorietas es uno de los puntos que genera más confusión. Sólo es necesario activarlos al salir y al cambiar de carril, no al acceder a ella ni para indicar que se sigue circulando. Las nuevas tecnologías ayudan a mejorar la visibilidad de los intermitentes. Por ejemplo, el SEAT Tarraco incorpora el intermitente dinámico. Varios segmentos de luz que se van encendiendo progresivamente del centro hacia el exterior. “Un movimiento de barrido que permite al resto de conductores percibir con mayor claridad la dirección del vehículo, lo que supone una contribución significativa a la seguridad vial” afirma Magnolia Paredes, responsable de desarrollo, iluminación y testing en SEAT.
Un grupo de ciclistas es un solo vehículo
Hay que poner especial atención a los ciclistas, ya que son más vulnerables. Pero además, cuando circulan en grupo, en cuanto el primero entra en una rotonda o sale de ella, el resto ya tiene preferencia incluso sobre los vehículos que ya circulan por la glorieta. Muchos conductores desconocen esta norma, pero hay que ver a todo el grupo como un solo vehículo, y por lo tanto esperar hasta que pase el último.
Ante todo, mantener la calma
Las glorietas ponen a prueba la paciencia de los conductores en muchas ocasiones, pero está prohibido usar el claxon para mostrar enfado o recriminar maniobras de otros conductores. Sólo se puede utilizar para alertar sobre un posible accidente.
Las rotondas más curiosas
Francia es el país que dispone de más rotondas en todo el mundo, hay una cada 21 kilómetros. Pero en todo el mundo existen glorietas muy variadas.
Las más antigua
La rotonda del Arco del Triunfo de París (Francia) es la más antigua del mundo. En esta intersección confluyen 12 avenidas. Además, es conocida por su alto número de accidentes. De hecho, a los conductores noveles no se les permite circular por ella.
La más compleja
La rotonda Mágica de Swindon (Reino Unido) es considerada como la intersección viaria más compleja del mundo. Incorpora un total de siete glorietas en su interior y la circulación es diferente en cada una de ellas.
La más inteligente
La ventaja de las rotondas es que disminuyen el tráfico al mantener los vehículos en movimiento, pero si la vía está ocupada por peatones pierde su eficiencia. Por eso en la de Lujiazui, en Shanghái (China), se ha construido un anillo peatonal elevado que conecta con la estación de metro, los rascacielos cercanos y los edificios históricos más visitados.
La más grande
Al sur de Kuala Lumpur, en Malasia, está la rotonda más grande del mundo, la de Putrajaya. Tiene un área de 4.500 metros cuadrados y para no desaprovechar el terreno interior en medio de la glorieta hay un hotel de 5 estrellas, la segunda residencia del presidente del país y los jardines de Petra Perdana.
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