La polémica propuesta de la Comisión Europea de vetar los vehículos de combustión interna a partir de 2035 ha recibido el apoyo de una alianza de empresas entre las que se enncuentran dos fabricantes automovilísticos. Ford y Volvo se han unido a un grupo formado por una treintena de compañías que instan a la Unión Europea a que garantice que todos los automóviles y furgonetas nuevos en Europa sean vehículos de cero emisiones a partir de 2035 y que fije unos objetivos con compromisos en los puntos de carga que hay que desplegar para impulsar los vehículos eléctricos.
La coalición defiende en un carta que es necesario fijar esta fecha límite a la producción de nuevos motores de combustibles fósiles para garantizar la desaparición de los automóviles y las furgonetas alimentados por estos motores a partir de 2050, fecha en la que Europa debe alcanzar las cero emisiones netas.
En la carta, dirigida a los eurodiputados y los gobiernos de la UE, las compañías argumentan que los dirigentes políticos deben proponer una normativa robusta que genere certidumbre sobre la planificación para los fabricantes, los proveedores de infraestructura y los clientes durante este periodo de transición hacia los vehículos eléctricos.
Volvo y Ford se desmarcan
El posicionamiento de esta alianza de empresas que incluye a Ford Europea y Volvo llega después de que la propuesta de la Comisión Europea superara otro paso hacia su aprobación final al recibir el apoyo de la comisión del Parlamento Europeo. La propuesta de veto a los coches de gasolina y diésel, incluidos los híbridos, a partir de 2035 tiene que superar ahora el voto del pleno del Parlamento y de los países miembros de la Unión Europea.
Varios fabricantes automovilísticos se han posicionado en contra de esa aceleración de la transición ecológica, que inicialmente preveía la prohibición de vender vehículos con motor de combustión a partir de 2040. Dirigentes del sector del automóvil han advertido de que la propuesta tendrá un impacto negativo en el empleo de la industria.
En cambio, Stuart Rowley, presidente de Ford Europa, ha defendido que "la libertad de movimiento va de la mano del cuidado de nuestro planeta y de los demás", por lo que los responsables políticos deben establecer objetivos nacionales obligatorios para hacer posible una infraestructura de carga eléctrica "sin fisuras".
Treintena de empresas
El consejero delegado de Volvo Cars, Jim Rowan, ha destacado la "ventana de oportunidad" existente para "evitar los peores efectos del calentamiento global se cierra rápidamente. Es en este momento crítico cuando la Unión Europea debe ratificar su liderazgo en la acción climática".
Junto a Ford Europa y Volvo Cars, firman la carta las empresas Allego; An Post; Arrival; Avere; Ball; ChargePoint; Currys; Danfoss; EVBox; FastNed; Greenway; Grundfos; Iberdrola; LeasePlan; Li-Cycle; Novo Nordisk; Sanofi; SAP Labs in France; Solar Group; Tesco; Uber; Unilever; Vattenfall; Vulcan y Zurich.