Los coches de Fórmula 1 presumen de ser los más eficientes al haber reducido el consumo a niveles mínimos en relación a las altas prestaciones que ofrecen. Sin embargo, las imágenes de los monoplazas devorando gasolina a un ritmo de unos 12 litros por segundo en un 'pit stop' abonan la imagen de la F1 como una competición contaminante y aferrada al petróleo. Pero eso va a cambiar en los próximos años con una profunda reforma para reducir las emisiones que se propugna como una alternativa a los coches eléctricos.

"La energía eléctrica es atractiva, pero actualmente todavía es bastante difícil su extensión", ha advertido Pat Symonds, el director técnico de la Fórmula 1. "Podemos mostrar al mundo que hay alternativas a la energía eléctrica y hay alternativas al almacenamiento de la electricidad en baterías pesadas y, tengo que decir, algo sucias", añade.

Los organizadores de la competición de velocidad en circuito acaba de presentar un ambicioso plan para conseguir que la F1 consiga llegar al nivel de cero emisiones netas en 2030. El plan se pondrá en marcha en la próxima temporada 2020-2021 y descarta convertirse en una nueva Fórmula E, la alternativa eléctrica a la F1. 

Nuevos coches híbridos de F1

Más bien lo contrario. La Fórmula 1 quiere abanderar una alternativa a los vehículos eléctricos puros demostrando que "es posilble otra energía alternativa". La apuesta de la F1 se centra en desarrollar el potencial de los coches híbridos sustituyendo la gasolina por biocombustible sintético. 

Se trata de una nueva generación de biocombustibles más allá de los procedentes de biomasa o deshechos vegetales. Al estar sintetizado, este carburante carece de algunos elementos nocivos como el azufre, aunque sí genera óxido de nitrógeno y partículas fruto de la combustión. Pero los niveles de emisiones son mucho más bajos con motores eficientes como los de la Fórmula 1, según explica Pat Symonds, en una entrevista publicada en la web oficial de la organización de la competición.

Plan de reducción de emisiones

El primer paso será obligar a los equipos a que el carburante que utilizan sus coches tenga un mínimo del 10% de etanol en 2021 frente al 5,75% este año. El porcentaje irá aumentando hasta llegar a un 100% de biocombustible en lugar de la gasolina convencional.

A ello se une el sistema de recuperación y regeneración de energía eléctrica de los actuales coches híbridos de F1. "La Fórmula 1 no inventó el híbrido, pero mostró lo que podría ser un híbrido y movió las percepciones de la gente de lo que es capaz de hacer un híbrido y creo que podemos hacer lo mismo con la nueva tecnología de combustible", sostiene el responsable técnico de la competición.