El temido examen práctico del carner de conducir puede ser un poco o bastante más fácil a partir de ahora. Los alumnos ya no tendrán que ir muertos de miedo para evitar tocar con el coche de atrás mientras aparcan o pendientes de encender las luces en un túnel. La DGT permite la utilización de dispositivos de ayuda a la conducción y de seguridad como cámaras o sensores. El pero es que ahora los alumnos tendrán que aprender a utilizar esos dispositivos.
Esta semana entra en vigor una instrucción de la Dirección General de Tráfico por la que se permite disponer a los vehículos utilizados para la realización del examen práctico de conducir de determinados sistemas avanzados de ayuda a la conducción (ADAS). Estos sistemas se han ido incorporando, tanto de serie como opcionalmente, de forma progresiva; en un primer momento en vehículos de alta gama desde el año 2012 para posteriormente ampliarse a los de gama media, desde 2015-2016. En la actualidad ya se ofrecen en la mayoría de las categorías, pero en 2022, muchos de estos sistemas serán obligatorios en todos los vehículos de serie matriculados en la Unión Europea.
Ayuda y materia de examen
Esta nueva instrucción viene a actualizar los requisitos exigidos a los vehículos utilizados en las pruebas para la obtención del permiso de conducción y la revisión de los criterios de calificación del mismo, sin menoscabar la necesaria comprobación por parte del examinador de que el aspirante es capaz de circular por las vías públicas con la necesaria seguridad.
Entre los sistemas que se podrán utilizar durante la prueba práctica del carnet de conducir se encuentra Start-Stop, la ayuda para arrancar en pendiente, activación automática de alumbrado y limpiaparabrisas, frenad de emergencia, alerta de tráfico cruzado y la cámara de marcha atrás.
Al igual que ya ocurre en todos los exámenes prácticos, los examinadores podrán solicitar al aspirante en las comprobaciones previas al examen que localice alguno de estos sistemas. Sin embargo, no todo está permitido. No se podrá utilizar el sistema de aparcamiento automatizado, el control adaptativo de la velocidad y el aviso y/o corrección de cambio involuntario de carril.