Los empresarios más afectados por las restricciones a la movilidad en coche en Barcelona se han plantado frente a la alcaldesa, Ada Colau, a la que acusan de agravar la crisis derivada de la pandemia. El cierre de calles convertidas en peatonales del que presume la alcaldesa aleja la afluencia de público en un momento crítico para el comercio, según las 40 organizaciones empresariales convocadas por la patronal catalana Foment del Treball. El veto al coche se ha convertido en otro obstáculo que puede ayudar a destruir 50.000 puestos de trabajo del comercio, han advertido.
Empresarios de los sectores económicos de Barcelona, como el comercio, el turismo, el transporte y la logística, han protagonizado un primer acto unitario para reclamar a Ada Colau, que rectifique su plan de movilidad sostenible y las medidas viales que se han implantado a raíz de la crisis del Covid-19.
Se trata de los 21,3 kilómetros de calles secundarias liberadas de coches entre semana, siete áreas urbanas con circulación viaria prohibida durante los fines de semana y otras medidas que suman un total de 501.000 metros cuadrados más de espacio para los peatones, según el Ayundamiento de Barcelona.
Estos cambios se han hecho, según el presidente de Foment, Josep Sánchez-Llibre, con "alevosía, nocturnidad y aprovechando el confinamiento" por el estado de alarma por coronavirus. Sánchez-Llibre ha reivindicado la voluntad empresarial de promover modelos sostenibles y respetuosos con el medio ambiente y que permitan mejorar la calidad del aire, y ha expresado la predisposición de los empresarios para sentarse en una mesa de diálogo para "hacer de Barcelona una ciudad más limpia y sostenible".
Cambios con consenso
Ha indicado que los cambios en política de movilidad requieren el consenso con los sectores afectados, una oferta alternativa e infraestructuras adecuadas, así como una estrategia a tres años vista, si bien "ninguna de estas condiciones se observa". En este sentido, ha reclamado no criminalizar al vehículo privado ni a la moto de forma arbitraria, suspender los cortes y restricciones anunciadas para octubre e iniciar un proceso de diálogo para fijar una hoja de ruta para los próximos años.
"Basta de perjudicar a la ciudad de Barcelona. Siempre ha sido una ciudad abierta y dialogante con una gran visión de futuro. Usted, Colau, está ahogando su vitalidad con obsesiones sectarias e ideológicas", ha dicho.
También han participado en el acto el presidente de Foment Comerç, Roger Gaspa; el presidente del Gremi d'Hotels de Barcelona, Jordi Mestre; la vicepresidenta de Foment y fundadora de SocialCar, Mar Alarcón; el presidente del Gremi del Motor, Jaume Roura, y el presidente de la Comisión de Transporte y Logística de la patronal, Josep Maria Martí, y todos ellos han finalizado su intervención con un "alcaldesa, pacte y rectifique".
"Cada día nos levantamos pensando cuál será la ocurrencia de la alcaldesa Colau. ¿Por qué un sector que hemos ayudado tanto a esta ciudad no es digno para que nos reciba?", ha dicho Gaspa, que ha criticado la unilaterialidad de Colau en la toma de decisiones.
Impacto de Nissan
Alarcón ha recordado que Barcelona es capital europea de movilidad urbana, lo que pasa por una movilidad multimodal, accesible y sostenible desde una perspectiva innovadora: "Sin embargo, tenemos la ciudad del pinta y colorea", ha dicho en alusión a las marcas gráficas pintadas en las calles y que, según ha dicho, la gente no entiende. "No tenemos nada en contra de la bici. Necesitamos micromovilidad, pero también transporte público, coche compartido y privado. Y el drama es que hemos llegado a este punto con un diálogo prácticamente inexistente", ha asegurado.
Desde el Gremi del Motor, Jaume Roura ha expresado su preocupación por las medidas impulsadas por el gobierno de Colau contra el coche y la moto de forma indiscriminada y poco respetuosa, en sus palabras: "Además, hemos perdido Nissan y no han movido ni un dedo. Nos preocupa y mucho".