Elon Musk ha encontrado un momento en la intensa campaña a favor de Donald Trump para volver a hacer lo que mejor hace: de emprendedor disruptivo. Ha cumplido, a medias, una promesa pendiente, la de ofrecer un coche autónomo de Tesla que hará de taxi (Cybercab), que de hecho viene a ser el pequeño Model 2 de dos puertas que también estaba pendiente. De regalo, mostró una prototipo de minibus (Robovan) autónomo y eléctrico también.


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Sin embargo, esta vez Elon Musk va tarde porque ya hay varias empresas que tienen robotaxis. En San Francisco ya funcionan, con evidentes problemas, los taxis sin conductor de Waymo (Google) y Cruise (General Motors). Además, la promesa de Elon Musk de conseguir un coche 100% autónomo para dedicarlo, entre otros usos, al servicio de taxi lleva mucho tiempo sobre la mesa.

Esto obliga al polémico emprendedor a ofrecer algo más en tecnología y servicio. La nueva promesa de Elon Musk se centra especialmente en el recorte drástico de los costes del taxi autónomo, que costará 20 céntimos por kilómetro, una quinta parte del coste que tiene el servicio de bus. La clave es que el Cybercab tendrá un precio por debajo de los 20.000 dólares, según aseguró el CEO de Tesla en un acto muy hollywoodiense en los estudios Warner de Los Ángeles rodeado de sus habituales fans, que aclaman cualquier cosa que diga el emprendedor.

Interior del Tesla Cybercab

Ahora solo queda que Tesla cumpla, esta vez sí, el largo plazo anunciado para poner en la calle al Cybercab en el 2026. Entonces el coche autónomo quizá tenga más claro su futuro normativo y técnico, algo que en restos momentos no está del todo despejado, tal como dejó claro la bolsa. Las promesas de Musk no convencieron a los inversores, que penalizaron los títulos con un nuevo descenso de alrededor del 8%.

Descenso en la bolsa

El mercado bursátil está ya escamado con las promesas incumplidas de Elon Misk, que ha visto como sus últimos proyectos se han retrasado considerablemente, como es el caso de la pickup Cybertruck, el vehículo 100% autónomo, el camión Semi y el turismo compacto Model 2 con el que había prometido universalizar la movilidad eléctrica. 

Por ahora, Elon Musk ha puesto un plazo, 2026, para su robotaxi, ha mostrado un prototipo (similar a un Model Y más compacto) en funcionamiento pero no ha dado muchos detalles. Algunos de essos detalles han sembrado dudas, como que su sistema de conducción autónoma se basa en cámaras de vídeo y no incorpora el escáner láser (lidar), que sí emplean los competidores de Tesla.

Dudas técnicas y legales del Cybercab

Los accidentes sufridos por coches de Tesla que circulaban con el sistema actual de conducción autónoma abonan también esas dudas de los inversores ante la supuesta solvencia técnica del Cybercab. El contexto tampoco ayuda ya que hasta ahora solo San Francisco permite circular una flota de taxis autónomos, aunque con numerosos incidentes que han llevado a suspender la actividad de Cruise y a cuestionar también a Waymo. 

Elon Musk se mantuvo ajeno a las críticas. "Va a ser increíble", aseguró el CEO de TEsla sobre el Cybercab. "Salvará muchas vidas y evitará lesiones", añadió. Entre las novedades técnicas del coche se encuentra la carga por inducción y que no tiene ni volante ni pedales de freno ni de aceleración, es decir, que no admite la conducción humana.