Charles Leclerc y Lewis Hamilton se ven las caras este domingo en el Gran Premio de Fórmula 1 de Singapur. Irónicamente, la competición tiene lugar coincidiendo con la celebración del Día sin Coches en todo el mundo, que convierte el centro de las grandes ciudades en espacios lúdicos y altavoces de la lucha contra los automóviles. La coincidencia es un síntoma del largo camino que queda por recorrer en la nueva movilidad de verdad, más allá de la propaganda y la demagogia. 

A la misma hora en la que Ferrari y Mercedes competirán cara a cara por ganar la carrera de Singapur, los centros de Madrid, Barcelona y otras ciudades se habrán convertido en unos inusuales paseos peatonales. Por ejemplo, en Barcelona se podrá caminar por el centro de la calzada de la Vía Laietana, una de las arterias más transitadas, ruidosas y contaminadas de la ciudad y, al mismo tiempo, más necesarias para articular el tráfico por el casco antiguo de la ciudad. Curiosamente, Barcelona no cuenta todavía con operadores de 'carsharing' eléctrico como Madrid.   

Medallas ecologistas

El Día sin Coches conserva todavía una buena dosis de utopía al intentar aparentar un escenario hoy por hoy impensable para muchos con algunas vías transformadas en bulevares peatonales. Y también es una jornada en la que muchos ayuntamientos se cuelgan medallas de ecologistas, aunque sea por un día. 

Sin embargo, el utópico Día sin Coches ya no es tan irrealista puesto que los ayuntamientos se ven obligados a tomar medidas para reducir la contaminación siguiendo las instrucciones de la Comisión Europea. Esa tendencia se puede ver en las restricciones de tráfico de Barcelona y Madrid, Pero, en muchos casos, el camino que siguen es cuestionable ya que no siempre se trata de medidas eficaces para reducir las emisiones de gases y acaban perjudicando la movilidad de colectivos vulnerables que suelen ser los que recurren a coches más viejos. La Cumbre del Clima que tiene lugar en Nueva York tiene que arrancar compromisos realistas, pragmáticos y eficaces para reducir las emisiones de gases a corto plazo. Aunque pueda parecer una burla, la venta de más coches nuevos con motores de gasóleo de última generación, que emiten menos CO2 que los de gasolina y que algunos híbridos, sería una medida posibilista, sin descuidar el desarrollo del mercado de vehículos eléctricos.

Transición utópica y que algunos híbrido

El automóvil se ha convertido en el blanco fácil en la lucha contra la contaminación con unos objetivos de transición que sí son utópicos porque plantean que los ciudadanos se olviden en unos pocos años de sus coches diésel y de gasolina. Los coches de carreras de Leclerc y Hamilton forman parte del 90% de vehículos de combustión interna que siguen dominando el mercado automovilístico español y europeo