La movilidad eléctrica ha despegado pero presenta graves déficits para conseguir que su desarrollo sea tan rápido como quieren las administraciones. El nuevo paradigma que supone el cambio de la movilidad del petróleo por la de la electricidad requiere un punto de partida que es la oferta de puntos de carga de acceso público, algo en lo que España se encuentra a la cola, según advierte Anfac. Entre las medidas que proponen los fabricantes para empujar de verdad los vehículos eléctricos se encuentra multiplicar por cinco los puntos de carga actuales para finales de 2022.

La asociación defiende que, para conseguir el objetivo de disponer de un parque de cinco millones de vehículos electrificados en España para 2030, de los cuales tres millones serán turismos eléctricos, harán falta mucho más de los 8.500 puntos de recarga que en la actualidad hay en territorio nacional.

Por ello, ha propuesto una serie de medidas que abarcan diferentes ámbitos para incrementar el número de electrolineras de acceso público en España. Así, en el apartado institucional, Anfac ha insistido en la necesidad de fijar unos objetivos vinculantes.

De 8.500 a 120.000 puntos

En este aspecto, ha propuesto que para finales de 2022 debería haber hasta 48.000 puntos de recarga de acceso público en España, lo que supondría multiplicar por más de cinco los 8.500 actuales. De cara a 31 de diciembre de 2025, la asociación anticipa la necesidad de que existan hasta 120.000 puntos, mientras que para 2030 harán falta hasta 360.000 unidades.

En este sentido, Anfac ha explicado que, a pesar de que el desarrollo de los automóviles impulsados por nuevas tecnologías ha experimentado "notables avances" en España en los últimos diez años, el país está todavía "lejos" del resto de países europeos.

"Las empresas del sector están haciendo enormes esfuerzos en inversión, innovación y promoción para mejorar la descarbonización del parque y cumplir con los objetivos del país. Pero es necesaria una actuación más contundente y comprensiva por parte de las administraciones para incentivar la compra de estos vehículos eléctricos y acompañar al enorme esfuerzo que están haciendo las compañías", ha reivindicado el director general de Anfac, José López-Tafall.

Asimismo, Anfac ve la necesidad de reconocer de interés estratégico nacional los proyectos de despliegue de infraestructuras de recarga de alta potencia y pide actuaciones para incrementar el número de puntos en las carreteras interurbanas a corto plazo.

Papel de los ayuntamientos

En cuanto a las medidas para la eliminación de barreras regulatorias, los fabricantes solicitan el desarrollo de acciones complementarias a la declaración de utilidad pública de los puntos de recarga, así como incentivar el despliegue de dichos puntos en autopistas y autovías, más transparencia de la capacidad de consumo de la red de distribución y un marco regulatorio local "claro y simplificado", ya que la Administración local "juega un papel fundamental para impulsar un desarrollo más veloz".

Entre otras medidas, Anfac ve necesario establecer planes de ayuda con suficiente dotación para la implantación de infraestructura de recarga para vehículos eléctricos, así como beneficios fiscales de carácter temporal en el impuesto especial sobre la electricidad.

"Pese a la amplia oferta de vehículos disponibles en el mercado, un gran escollo a abordar es la escasez de infraestructuras de recarga de acceso público, tanto a nivel urbano como interurbano. El documento que hoy presentamos es una muestra más del compromiso de los socios de Anfac en impulsar un modelo de descarbonización exigente", ha sentenciado López-Tafall.