El 'carsharing' sigue ganando terreno en las grandes ciudades, pero con algunas excepciones. Sin duda, una de las excepciones más sonadas es la de Barcelona, que no cuenta con un sistema de coche compartido flexible como el que ya tienen Madrid y la mayoría de urbes europeas y occidentales. En las últimas semanas crece la presión sobre Ada Colau para que el Ayuntamiento de Barcelona abra la puerta al 'carsharing' con coches eléctricos.
El último en alzar su voz para quejarse de las trabas de Colau a la nueva tendencia de la movilidad urbana ha sido Olivier Reppert, consejero delegado de Share Now, la firma de 'carsharing' fruto de la fusión de Car2Go, de Daimler, con Drive Now, de BMW.
"A nosotros nos encantaría ir a estas dos ciudades (Barcelona y Valencia), y a otras. Pero, obviamente, queremos ir a los lugares en los que gusta lo que hacemos y, de momento, en estos sitios no es así. Nadie quiere ir donde no es bienvenido. En Madrid lanzamos con tanto entusiasmo porque desde el principio sus gobernantes mostraron mucho interés en el servicio y apoyaron nuestro modelo. Eso es clave", ha asegurado el directivo en una entrevista en El Confidencial.
Pendientes de las elecciones
Olivier Reppert añade que "en unos meses hay elecciones y habrá que ver qué plantean los nuevos gobiernos". El gran obstáculo para la llegada a Barcelona de empresas de 'carsharing' eléctrico sin bases fijas y por minutos como el existente en Madrid es la pretensión del Ayuntamiento de cobrar un canon a las compañías por el espacio de aparcamiento en la calle que ocupan sus flotas de coches.
"Creo que los consistorios lo que deben tener muy claro es para qué nos quieren tener allí. Nuestra idea es un ‘win to win’ para la urbe, para la compañia y para el ciudadano. Los gobernantes tienen que crear una combinación bien regulada de todos los transportes que hay disponibles y comprobar que eso ayuda a la gestión de su municipio. Es clave que tengan en la cabeza que si unes ‘carsharing’, ‘bikesharing’, taxi, transporte público… la ciudad será más atractiva para todos los habitantes y todos salimos ganando", ha destacado el dirigente de Share Now.
El RACC también pide 'carsharing'
Las declaraciones del directivo se producen poco después de que el RACC incluyera el 'carsharing' flexible como una de sus recomendaciones para mejorar la movilidad en Barcelona. El RACC pide explícitamente que Barcelona ponga en marcha un sistema de coche compartido de bases flotantes como el que tiene Madrid con empresas como Car2Go, Emov, Zity y Wible.
La regulación que tiene en tramitación el Ayuntamiento de Barcelona para el 'motosharing' y las bicis compartidas acaba de recibir un varapalo por parte de la Agencia de Competencia de Catalunya al considerar que se trata de algo similar a un corralito para frenar estos servicios.
El reglamento de las motos compartidas pretende cobrar una tasa de 71,51 euros al año por vehículo a las empresas como e-Cooltra y limita el numero de motocicletas y bicis a un crecimiento del 47% y del 70%, respectivamente. Esta regulación es la avanzadilla para aplicar un esquema similar en el caso de los coches compartidos en Barcelona.