Las exportaciones de vehículos fabricados en China crecen a un ritmo del 33% y sumaron 1,3 millones en el primer trimestre de este año. En 2023, China se convirtió en el principal exportador de automóviles con más de 5,4 millones de unidades exportadas, de las cuales 1,8 millones fueron vehículos electrificados, según los datos de la Organización Mundial de Comercio (OMC). A la vista de estas cifras y de lo que estamos viendo en mercados como el español, es lógico que haya nervios y que se intente frenar esa avalancha de nuevos competidores agresivos y sobradamente preparados.


Contesta en este enlace el Barómetro de movilidad y automoción Auto Mobility Trends 2024  


La guerra comercial está servida con el coche eléctrico como centro, igual que en su día fueron el vino o el acero. El paso anunciado por Joe Biden no deja lugar a dudas al subir el arancel a las importaciones de coches chinos del 25% actual al 100%, lo que supone doblar el precio para proteger la industria de automoción de Estados Unidos. 

Coches de Chery con destino a España / VIDEO CHERY

Europa actúa de forma más comedida, con una investigación en marcha que le dé argumentos para aumentar el simbólico arancel actual, del 10%, a los coches chinos o bien que permita fortalecer la posición negociadora de la Comisión Europea para que China rebaje la tarifa que cobra, que va del 15 al 25%. 

Lecciones de la crisis del textil

Además de responder con críticas y protestas del Gobierno y de los fabricantes de vehículos, China no permanecerá de brazos cruzados al intento de EEUU y de Europa de levantar muros a la fenética actividad comercial de sus empresas. En el campo del comercio internacional, está todo inventado, tal como se pudo ver, por ejemplo, en la guerra del sector textil, que acabó con la rendición total y absoluta de los fabricantes europeos y su inmersión para fabricar ellos mismos en China y en los países que actúan como sus bases internacionales.

Durante meses, el entretenimiento de los directivos del sector y de periodistas como un servidor era seguir el marcador de importaciones europeas de camisetas, pantalones, sujetadores y otras prendas chinas a precios irrisorios, como si fuera mercancía a granel. En el sector del automóvil se está registrando una dinámica similar con la llegada masiva de vehículos procedentes de China con unos precios que pueden suponer una diferencia de 10.000 euros o más con los turismos 'Made in Europe'. 

En este caso, los fabricantes chinos están desplegando su plan B para esquivar los aranceles que intentan bloquear sus exportaciones. En Estados Unidos crece la preocupación ante la utilización de Vietnam como país intermedio para camuflar las exportaciones de China. Otro país que se puede beneficiar de la guerra comercial es Turquía, que aspira a convertirse en la base de entrada de vehículos chinos a Europa, incluso con la producción, total o en montaje final (CKD) en un Estado que tiene un trato de socio comercial con la Unión Europea. 

Concesionario de la marca MG de la china SAIC / MG

Sobrecapacidad de producción en China

La parte positiva de este enfrentamiento comercial es el incentivo que supone para la producción in situ de vehículos, ya sea de forma total, como planea BYD en Hungría, o en régimen de montaje final como Chery en Barcelona aprovechando la mejor fiscalidad de la importación de componentes frente a vehículos acabados. 

La temida sobrecapacidad de producción de China va camino de confirmarse, pese al empeño del país asiático por negarlo. En el primer trimestre de 2024, el crecimiento de las exportaciones del 33% contrasta con una subida mucho menor de la producción y de las ventas  en China, del 6,4% y del 10,6%, respectivamente, según el último informe de la patronal china de automoción. Está claro que los fabricantes chinos de vehículos, incluidas las marcas occidentales con plantas en el país asiático, miran cada vez más al exterior como válvula de escape superando los muros que se encuentran por delante.