Los coches autónomos de Google ya circulan por las calles de la ciudad de Phoenix, donde prestan un servicio de robotaxis sin conductor. Antes de dar ese paso, la filial de Google Waymo ha llevado a cabo numerosas pruebas en Estados Unidos para afinar el 'software' que controla los movimientos de esos vehículos autónomos. La conclusión es que la convivencia con los automóviles con un conductor humano puede ser complicada en algunas circunstancias, tal como demuestran los datos de accidentes sufridos.
De todos es sabido que cada persona tiene su propio estilo de conducción; los hay más nerviosos y temerarios y otros más prudentes hasta el punto de poner de los nervios a algunos automovilistas. Los coches autónomos encajarían más en la última clasificación, similar a la de los conductores más prudentes.
Quejas de automovilistas
En las pruebas llevadas a cabo en Arizona, con 6,1 millones de millas recorridas desde 2019, los vehículos sin conductor de Waymo han sufrido 18 accidentes leves, según un informe sobre la siniestralidad publicado por la filial de Google. Curiosamente, en 11 de esos siniestros se produjo una colisión por detrás de los automóviles autónomos por parte de coches con conductor humano.
Matthew Schwall, jefe de seguridad en Waymo, aseguró que ese nivel de accidentes traseros por alcance están en línea con la media de los siniestros habituales en esa misma zona geográfica, según publica Reuters.
Sin embargo, algunos automovilistas que han coincidido con los coches autónomos de Google se quejan de que los automóviles robotizados llevan a cabo algunos movimientos inesperados como algunas paradas, lo que podría provocar las colisiones traseras.