Madrid experimentó un cambio profundo en su movilidad hace cinco años. De un día para otro, aparecieron en sus calles más de 500 pequeños Smart eléctricos en la primera flota de coches compartidos. La antigua Car2Go, ahora Share Now, cumple cinco años de esa 'revolución' rodeada de competidores y en la coyuntura de restricciones de la movilidad como consecuencia del coronavirus. David Bartolomé, director general de Share Now España, conversa en una entrevista con la web Coche Global sobre el aniversario y los proyectos de futuro.
A su juicio, "el 'carsharing' ha aguantado muy bien la pandemia" a pesar de una reducción brutal de los desplazamientos. "En Madrid hay una disminución brutal de la demanda de movilidad, el transporte público está en -50% y el privado en -15 o -20%. Son millones de viajes que no se hacen cada día. Eso afecta, por supuesto", asegura el directivo.
En octubre, la compañía constató una recuperación del 56% con respecto a la primera parte del año, aunque poco después se paró esa mejora coincidiendo con la segunda ola de coronavirus. "Volveremos a la normalidad e incluso mejor. El 'carsharing' ha aguantado muy bien la pandemia, mejor de lo que esperábamos. Estamos por encima de los escenarios más optimistas", asegura Bartolomé.
Claves de la recuperación
Una de las claves de esa recuperación es que los coches compartidos se han convertido también en una alternativa al transporte público. "Los ciudadanos perciben seguridad en el 'carsharing' porque es un entorno que no se comparte a diferencia del transporte público", añade el responsable de Share Now en España.
Cinco años después de su llegada a Madrid, Share Now sigue interesada en ampliar su presencia en otras ciudades entre las que se encuentra Barcelona, la gran asignatura pendiente del 'carsharing'. David Bartolomé se muestra cauto sobre la posibilidad de llevar a cabo el deseado desembarco en la capital catalana, ya que dependerá del modelo de negocio que se pueda implementar. "Veremos como será el modelo de 'carsharing' de Barcelona -advierte el directivo-. En el de 'motosharing' se dio una solución salomónica que puede tener sentido desde el punto de vista municipal pero que para el operador hace que sea imposible dar una oferta coherente si el número de vehículos no es en el que tú crees". "
"Nosotros tenemos activos en la calle, con vehículos que tienen que dar un servicio y cuidar. Si te obligan por factores externos a tocar ese punto tan importante de tu estrategia, se hace muy cuesta arriba", explica Bartolomé, que tiene claro que "el modelo de 'carsharing' de Barcelona no puede ser como el de 'motosharing'".
El futuro del 'carsharing'
Todo empezó en noviembre de 2015 en Madrid, pero bastante antes en el seno de las compañías que impulsaron el nuevo servicio de movilidad. "Car2Go es el pionero del 'carsharing'. Daimler empieza a desarrollar la idea en 2008 y los primeros proyectos operativos fueron en 2011. Paralelamente, BMW lanzó Drive Now. En Madrid se lanza Car2Go en noviembre de 2015 y también fue pionero de este negocio, que ha revolucionado los servicios de movilidad. Dentro de la prudencia, porque lo que mueve una ciudad es el transporte público", relata David Bartolomé.
En 2019, Daimler y BMW deciden fusionar sus filiales de nuevos servicios de movilidad para aprovechar las sinergias, dando como resultado Share Now. En los últimos años, han llegado al nuevo sector numerosos competidores tanto en Madrid como a nivel mundial. Bartolomé reconoce que ha habido "un poco de boom y de globo" con algunos operadores de empresas "que no entendían muy bien lo que significaba y algunos ya se han salido". "Yo veo a los competidores como aliados -afirma-. Queda mucho por hacer en infraestructuras y con los ciudadanos".
Además del servicio para racionalizar los desplazamientos en coche privado en el centro de la ciudad, los coches eléctricos y compartidos ejercen de 'embajadores' de la movilidad del siglo XXI. "Hace cinco años, cuando se hablaba de que el futuro era el coche eléctrico pusimos en la calle más de 500 coches eléctricos que todo el mundo podía probar por cuatro euros.
El siguiente paso podría ser que los propios ciudadanos enchufen los coches a puntos de recarga en las calles de Madrid, aunque para ello se necesita que se incremente la oferta de infraestructura para vehículos eléctricos, según el director general de Share Now España. El desarrollo del 'carsharing' flexible en Madrid también pasa por la ampliación de las plazas reservadas para coches compartidos en nudos de transporte.