A medida que aparecen nuevos estudios se puede apreciar el calado de los cambios en la movilidad después de la llegada de la pandemia del coronavirus. El miedo al contagio y la búsqueda de una mayor prevención se han convertido en prioridades para los desplazamientos en la nueva normalidad, aunque con grandes contrastes. Caminar y usar el vehículo propio son las opciones de movilidad urbana elegidas por los españoles como las más seguras para desplazarse, según un estudio de Oliver Wyman.
Tras la pandemia del coronavirus, esas dos opciones son elegidas por nueve de cada diez españoles (91 % y 88 % respectivamente) a la hora de elegir su método de desplazamiento dentro de las ciudades. Antes de la llegada de la Covid-19, las modalidades de transporte más usadas eran el vehículo en propiedad (29 %), el autobús (20 %), caminar (15 %) y el metro (14 %).
Los más perjudicados tras el coronavirus son los vehículos compartidos, ya que un 53 % de los usuarios no se siente seguro en ellos actualmente. En cuanto al transporte público, el 45 % de los encuestados está menos dispuesto a usar el autobús, el 44 % opina igual en el caso del metro y el 32 % de los trenes de cercanías.
Nuevas fórmulas de movilidad
Pese a las dificultades económicas, el 33 % de la población no ha variado sus planes de compra o alquiler de vehículos para los próximos 12 meses, mientras que un 39 % reconoce estar más predispuesto a adquirir un vehículo eléctrico.
En este nuevo modelo de movilidad urbana tras el coronavirus, la suscripción de coches ha crecido un 200 % mensualmente desde mayo, según datos de la compañía tecnológica Bipi, que señala la necesidad de evitar aglomeraciones y a la inseguridad a la hora de usar el transporte público por miedo a contagios como principales causas.
La suscripción consiste en el pago de una única cuota mensual en la que se incluyen todos los servicios necesarios (mantenimiento, seguro, ITV, etc.) sin la necesidad de pagar cuota inicial ni final y con la posibilidad de poder cambiar de vehículo.