Los vehículos autónomos están más cerca de lo que parece. Desde hace unos días, un bus de conducción autónoma transporta a miles de viajeros por las calles de Málaga en la primera prueba de un vehículo autónomo con tráfico real en Europa. Se trata de un bus autónomo con tecnología española que ha sorprendido a los usuarios, que han roto la barrera del temor a subirse en un vehículo sin chófer.

El proyecto AutoMost arrancó en 2016 de la mano del organismo público estatal CDTI, que financia la iniciativa con unos 9 millones, junto al Ayuntamiento de Málaga y una alianza de empresas que incluyen la sociedad Avanza y el fabricante vasco de autocares Irizar. 

El bus que ha servido como base para este proyecto es el modelo Irizar ie Bus, que es 100% eléctrico y cuenta con la posibilidad de conducción en modo manual y en piloto automático. El autobús urbano mide 12 metros de largo y tiene capacidad para transportar a 60 pasajeros. Dispone de una autonomía de 270 kilómetros y 17 horas de funcionamiento.

Chófer por si acaso

Durante el mes en el que se está sometiendo a prueba el bus Automost, un veterano conductor de la empresa de transporte público de Málaga se sienta en el puesto de chófer aparentemente cin ninguna diferencia. Pero lo hace únicamente como medida de seguridad en prevención de algún incidente imprevisto, aunque por ahora no ha sido necesaria la intervención humana.

El bus autónomo de Irizar que une el puerto con el centro de Málaga se basa, según explican los promtores del proyecto, en "un perfeccionado Control de Crucero Adaptativo y Mantenimiento de Carril". El autobús empleará un sistema de posicionamiento y guiado de alta precisión y estará conectado a un centro de control desde el que se podrán indicar instrucciones concretas a cada unidad, así como llevar a cabo su monitorización y conocer su itinerario en tiempo real. 

El vehículo cuenta con un sistema de posicionamiento y guiado "de alta precisión" gracias a numerosos sensores y cámaras instalados en todo el perímetro y en el interior del bus, que está conectado a un centro de control desde el que se pueden dar órdenes al bus y monirotizar todos sus movimientos. De hecho, cualquier persona puede seguir los movimientos del autobús en la página web del proyecto Automost.

Con tráfico real

El director general de la empresa Avanza, Valentín Alonso, explicó en la presentación de esta iniciativa que será la primera vez que se experimente con un autobús autónomo -carente de conductor- con "interacción real con la ciudad, otros vehículos, peatones, ciclistas o con infraestructuras diarias como semáforos y señales". Esa interacción real hace a este proyecto "único" en contraste con otros ejecutados anteriormente que contaban con trayectos "confinados" o de poca interacción con el entorno y que se desarrollaban en escenarios como polígonos industriales o universidades, ha señalado Alonso.

La propuesta original -anunciada hace un año- estaba orientada a que los cruceristas que desembarcaran en el puerto malagueño fueran los usuarios de este servicio, aunque debido a la pandemia del coronavirus se ha modificado y serán ciudadanos en general, según ha explicado el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre.