La nueva ubicación de BMW es sorprendente. No se trata de un nuevo concesionario, ni un espacio novedoso en el corazón de una ciudad. La marca alemana BMW se ha instalado en el fondo del mar Mediterráneo gracias a un proyecto para regenerar la riqueza ecológica.
Podían haber optado por instalar viejos coches en el fondo del mar para que se convirtieran en la casa de peces, algas y otros seres marinos, pero BMW ha optado por hacer caso de los expertos y poner su sello a unos biotopos que se están colocando junto a una gran montaña rocosa recreada frente a la costa de Torredembarra (Tarragona).
Montaña de 22 metros
En el fondo marino de la comarca del Tarragonès ha aparecido una nueva montaña de 22 metros de altura para la que se han utilizado 40.000 toneladas de carbonato cálcico procedentes de una vieja barrera de coral de hace 25 millones de años. La retirada de la línea de la costa por los cambios climáticos dejó el coral en tierra firme y convertido con el tiempo en una cantera a 15 kilómetros de distancia.
Con la filosofía de devolver al mar lo que antiguamente era suyo, el coral ha vuelto ahora al fondo marino en forma de gran biotopo del tamaño de un campo de fútbol que ha supuesto una inversión de 850.000 euros, según confirmó José Manuel Arrojo, consejero delegado del Puerto de Torredembarra.
Esa gran montaña rocosa submarina se convertirá en una reserva marina protegida y vetada a los pescadores de la zona que miraban a distancia cómo una barcaza iba colocando otros 10 biotopos de menor tamaño pagados por BMW en su objetivo estratégico de impulsar la sostenibilidad.
Más fauna, flora y turistas
"BMW ha aportado los biotopos porque creemos en este proyecto y en lo que significa", afirmó Pilar García de la Puebla, directora de Comunicación y Relaciones Institucionales de BMW Group España, en el acto de presentación organizado en Torredembarra.
Pero, además de atraer flora y fauna marinas, el gran arrecife artificial pretende captar el interés de turistas aficionados al submarinismo para comprobar la riqueza ecológica creada. Eduard Rovira, alcalde de Torredembarra, indicó que la iniciativa supondrá una aportación adicional para el municipio "desde el punto medioambiental y por la explotación turística que se pueda hacer para el turismo subacuático".