El sector de la logística y el transporte está viviendo desde el inicio del estado de alarma en máxima tensión. Es uno de los sectores básicos y ha mantenido su actividad, pero con enormes tensiones. Según revela la Organización Empresarial de Logística y Transporte (UNO), un sector que representa el 6% del PIB y emplea a más de 850.000 trabajadores, en estas semanas se han duplicado las entregas del comercio online, mientras se ha reducido un 50% la actividad de los operadores de logística y transporte por la paralización de la economía y la cancelación de entregas de mercancías, por ejemplo, en hoteles, restaurantes o empresas.
La paradoja es que mientras el reparto del comercio electrónico se ha disparado un 50%, a niveles similares a los de las jornadas del 'black friday', también se ha incrementado de forma similar la complejidad del trabajo por las medidas de seguridad, tanto en la entrega como en la recogida en almacenes o centros de distribución: mantener distancias de seguridad, protocolos de contacto cero o disponibilidad de EPIs, que en los primeros días eran difíciles de conseguir.
Subidas del comercio electrónico
Tampoco el crecimiento de entregas de comercio electrónico es igual por sectores, mientras el de material deportivo aumenta un 200% o la juguetería se duplica, se han hundido las ventas por internet de textil, construcción y editoriales. El reparto de vino y cerveza aumentó un 60% desde que empezó el confinamiento, un 54% los productos de farmacia y parafarmacia, un 50% los destinados a mascotas, o un 36% la electrónica y servicios informáticos.
Lo más grave es que este crecimiento, de pedidos unitarios, y caros desde el punto de vista operativo, no compensa el fuerte descenso de la actividad logística general. Desde UNO alertan que muchas empresas han tenido que recurrir a ERTEs ante el desplome de la actividad de reparto a empresas y negocios. La organización que representa a la logística en España resalta que “esta crisis sanitaria ha puesto de manifiesto que la logística en nuestro país es sinónimo de eficiencia y competitividad. Es la garantía de que la cadena de suministro, ahora más compleja que nunca, funcione”.