Las víctimas mortales en la carretera bajaron en 2018 después de dos años de incremento. El descenso registrado fue de 18 fallecidos sobre un total de 1.180 personas, lo que supone un 1,5% menos en relación con 2017. Además de representar un posible punto de inflexión en la tendencia al alza, las cifras de siniestralidad vial muestran también cambios en el perfil de las víctimas mortales y la tipología de los accidentes de tráfico.
El año pasado se contabilizaron 1.072 accidentes mortales en vías interurbanas con 1.180 muertos y 4.515 heridos hospitalizados, según los datos que han explicado el ministro de Interior, Fernando Grande Marlaska, y el director de la DGT, Pere Navarro. La reducción en la cifra de fallecidos se produce en un contexto de aumento del 2% de los desplazamientos, de incremento del parque automovilístico en un 3%, hasta 33.7 millones de vehículos, y de un 1% en el número de conductores, con 26,8 millones de automovilistas.
El ministro se ha mostrado cauto sobre si los datos de 2018 representan un cambio de tendencia después de dos años en los que han subido las víctimas mortales en la carretera. A su juicio, habrá que esperar a ver cómo evoluciona 2019 después del cambio de tendencia registrado desde septiembre pasado, cuando se frenó el alza de la siniestralidad.
Radiografía de los accidentados
Las cifras de accidentabilidad también muestran cambos en la radiografía de los fallecidos y de los siniestros. Las tendencias muestran un aumento del peso de los accidentados mayores de 65 años, que han pasado de representar el 18% en 2011 al 21% en 2018. Los jóvenes de 15 a 24 años también han incrementado su peso en la cifra global de fallecidos, aunque mucho menos que los mayores de 65 años.
Los datos también muestran un incremento de las víctimas consideradas como vulnerables, que incluyen los peatones, ciclistas y conductores de ciclomotores. En 2018, un total de 135 peatones y 36 ciclistas fallecieron atropellados.
Aunque el 74% de los fallecidos se produjeron en accidentes en vías convencionales, las víctimas mortales en vías de alta capacidad se incrementaron un 8%, con 318 muertes en autopistas y autovías en 2018. El accidente más frecuente se produce por salidas de la vía, con un 40% de los fallecidos, seguidos por choques frontales (27% de los muertos).
Sin embargo, hay un dato que se mantiene igual desde hace años: el 80% de las víctimas mortales son hombres, un dato que da pie a la reflexión.