Los dinosaurios han aprendido de las desgracias de hace millones de años. Esta vez, los nuevos dinosaurios han visto venir el impacto del gran meteorito que acabó con su existencia. Los gigantes del automóvil se mueven hacia la economía colaborativa para intentar estar presente en el mercado de la nueva movilidad, en el que se pasará de la tradicional propiedad de los vehículos a otros formatos. ¿Han llegado a tiempo esta vez Toyota, Volkswagen y el resto de dinosaurios para evitar su extinción? En pocos días, Toyota ha anunciado una inversión inicial para colaborar con Uber, y Volkswagen ha comprado acciones en la plataforma Get Taxi (Gett), mientras que otras marcas como Ford y PSA también toman posiciones en la nueva movilidad. Volkswagen se ha propuesto convertir algo que hasta ahora no había llamado su atención en una fuente sustancial de ingresos.
La reacción de los dinosaurios nacidos en el siglo XX se produce cuando el meteorito ha crecido ya hasta tener un tamaño también gigantesco. La capitalización bursátil de algunas compañías que amenazan a los viejos fabricantes de automóviles, como Google y Apple, supera ya a la de los capitanes de la vieja industria como General Motors, Ford, Volkswagen y Toyota. Y otras startups como Uber y Tesla han acumulado en pocos años un valor, de alrededor de 50.000 millones de dólares y de 32.400 millones, respectivamente. Otras todavía en una fase inicial de crecimiento como Gett tienen una rentabilidad mucho más alta y una agilidad muy por encima de la de los dinosaurios. Con esta amenaza entrando en la atmósfera del planeta automóvil, los industriales tendrán que aliarse con ellos si quieren sobrevivir.