La Asociación de Afectados Stellantis (Afestel) ha acusado al grupo automovilístico de intentar que las demandas judiciales por los fallos del Adblue en los motores PureTech prescriban, lo que dejaría a miles de propietarios sin posibilidad de reclamar compensaciones.

Según la plataforma de afectados, Stellantis está aplicando una estrategia de dilación que dificulta la tramitación de reclamaciones y favorece la prescripción de los casos más antiguos. "La plataforma informática que la compañía habilitó para atender las quejas sigue prácticamente bloqueada, impidiendo que los afectados puedan registrar sus expedientes", señala Afestel en un comunicado.

Prescripción de demandas y nuevas estrategias legales

Los primeros casos de motores defectuosos se remontan a 2014, lo que significa que miles de vehículos están quedando fuera de posibles compensaciones. La asociación calcula que en 2025 un total de 37.634 coches quedarán excluidos simplemente porque su reclamación habrá prescrito.

Para evitarlo, el despacho de abogados que representa a los afectados presentará demandas de conciliación para detener el plazo de prescripción y mantener abiertas las vías legales para los afectados.

Cambio de AdBlue en un motor

Stellantis responde con una cobertura especial

En enero de este año, Stellantis anunció la ampliación de una cobertura especial en 29 países europeos para algunos vehículos Peugeot, Citroën, DS Automobiles y Opel/Vauxhall equipados con motores diésel Euro 6 que llevan la tecnología SCR (Selective Catalytic Reduction). Este programa, acordado con la Comisión Europea, cubre vehículos fabricados entre enero de 2014 y agosto de 2020, con una cobertura variable según la antigüedad y el kilometraje:

  • Menos de 5 años y hasta 150.000 km: Stellantis asume el 100% de los costes de las piezas.
  • Entre 5 y 8 años: Cobertura de entre 30% y 90% del coste de las piezas, dependiendo del kilometraje.
  • Costes de mano de obra: La compañía abonará 30 euros por caso.

Las condiciones serán válidas hasta agosto de 2028, y Stellantis ha asegurado que los clientes que hayan realizado reparaciones en concesionarios oficiales desde 2021 podrán recibir una compensación adicional, que puede solicitarse a través de la plataforma online stellantis-support.com.

Fábrica de Stellantis en Vigo / STELLANTIS

Stellantis no se presenta ante los tribunales

A pesar de esta ampliación de cobertura, los afectados consideran que Stellantis sigue evitando asumir su responsabilidad. Según Afestel, la compañía ha comunicado a través de burofax que no acudirá a ninguna de las citaciones judiciales en Vigo, donde cada semana se tramitan nuevas demandas contra la empresa.

"Los usuarios se sienten doblemente perjudicados", denuncia Afestel. "Primero por los fallos en los motores y ahora por la falta de sensibilidad de la compañía, que ni siquiera se presenta ante los tribunales".

Nuevas demandas en camino

Lejos de rendirse, Afestel ha anunciado que presentará 245 nuevas demandas en los próximos días. Con cerca de 7.000 afectados inscritos, la asociación sigue recopilando pruebas y preparando más litigios para conseguir que Stellantis se haga responsable de los fallos en sus motores.

El fiasco de Peugeot y Citroën con el sistema AdBlue para reducir las emisiones de gases contaminantes de motortes diésel llevó a la OCU a presentar una denuncia ante la Dirección General de Consumo de la Comunidad de Madrid y a alertar a las autoridades europeas de la red CPC (Cooperación para la Protección del Consumidor) al considerar que el fabricante "ha ocultado información". 

Coste de hasta 1.200 euros

El fallo de Peugeot Citroën ha obligado a los afectados a cambiar el depósito por "defectos de fábrica", según la OCU, que entiende que estos gastos deben ser asumidos por la marca, ya que sin el sistema el vehículo no puede arrancar y el precio del cambio oscila entre los 800 y los 1.200 euros.

El sistema AdBlue consiste en un dispositivo de urea que sirve para reducir las emisiones contaminantes de los motores diésel y que estaban presentando problemas por una anomalía en el sistema de anticontaminación. Además de poder inmovilizar el vehículo, el fallo también provoca que el vehículo circule contaminando por encima de los valores homologados. Tanto Peugeot como Citroën han emitido varias llamadas a revisión en países europeos por este fallo.