Las compañías de rent a car francesas andan revueltas por la posible entrada en vigor de una ley que les impondría electrificar el 20% de sus compras como al resto de las empresas sin distinción. En un primer acuerdo, habían conseguido que la tasa de los vehículos eléctricos en sus compras fuera de solo el 5% en 2025 frente al 20% impuesto al resto de las empresas, llegando en 2026 del 10% frente al 30% general. En un principio parecía que los legisladores entendían la particularidad de su negocio, vehículos que se renuevan cada 6 meses frente a los 3 o 4 años del resto de empresas en el mejor de los casos.
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Pero la ley, que se encuentra en trámites parlamentarios, incluye una enmienda que exige que el 10% de los vehículos renovados por las empresas, incluidas las de alquiler a corto plazo sean bajos en emisiones de CO2, esto es, por debajo de 50 g/km, en 2025 y prevé sanciones de 2.000 euros por vehículo que no alcance ese cupo, 4.000 en 2026.
Las empresas alquiladoras se defienden argumentando que han hecho un importante esfuerzo en 2023 alcanzando el 14% de las matriculaciones con vehículos electrificados (BEV y PHEV), pero se han encontrado con una falta de demanda por parte de los clientes. Afirman que la tasa de utilización de los eléctricos es del 48% frente al 75% del resto de la flota, teniendo un precio claramente superior, lo que retrasa su rentabilidad.
Eléctricos en Rent a Car en España
El problema se agrava porque los PHEV no estarán dentro de este grupo cuando la nueva normativa de emisiones WLTP obligue a homologar estos vehículos con la batería descargada. De forma que sólo se podrán comprar eléctricos. Proponen incluir los alquileres a corto plazo de eléctricos de las empresas dentro de su objetivo ecológico.
¿Cuál es la situación en España? Actualmente el rent a car vive después de los años de pandemia y crisis de los semiconductores en que las matriculaciones cayeron al mínimo, una recuperación importante. En lo que va de año registra 162.510 unidades, un 31%o más que el pasado año. Recordemos que en esta cifra se engloban también los vehículos de suscripción y de renting flexible.
El 60,5% de los vehículos matriculados por alquiladoras hasta octubre eran de gasolina, combustible que se incrementa un 31%, en línea con las matriculaciones, mientras el 28,9% eran vehículos híbridos, que crecen en lo que va de año cerca del 70%. Los diésel son minoritarios, apenas el 8,7%, mientras los PHEV representan el 2,7% del total. Los eléctricos son apenas el 1,33%. Los híbridos enchufables caen un 35% en el año y los últimos, un 41,43%.
Y en referencia a la utilización de unos y otros, en nuestro país también encontramos cierto divorcio entre los usuarios y el VE, como en el País Vecino. El camino aún por recorrer en cuanto a una mayor demanda de eléctricos es todavía largo, desde Feneval lo achacan “al propio desconocimiento de su funcionamiento o a la todavía escasa infraestructura pública en nuestro país”. Por unos motivos o por otros, actualmente, “en nuestro país la demanda de vehículos eléctricos de alquiler apenas supera el 50%” mientras que la de vehículos de combustión alcanza un porcentaje del 85%.
Cómo impulsar los coches eléctricos de alquiler
“En nuestro caso en particular, dentro de la flota de los RAC los vehículos eléctricos no llegan a alcanzar el 5% de la totalidad, lo que demuestra el todavía escaso peso de este tipo de vehículos en el cómputo global del mercado”, afirma Juan Luis Barahona, presidente ejecutivo de Feneval.
“Una todavía escasa implementación de los vehículos eléctricos en el mercado nacional influye negativamente en la experiencia del turista y usuario, quienes no hacen una alta demanda en los vehículos eléctricos al no poder encontrar infraestructura pública de recarga necesaria que refuerce positivamente su experiencia”, afirma Barahona.
Desde Feneval se apuntan algunas posibles soluciones. “El proceso de electrificación debe realizarse a través de compromisos vinculantes entre el sector de automoción y las administraciones con medidas para garantizar la aceleración de la implantación de la infraestructura de red de recarga eléctrica necesaria para poder cumplir los objetivos europeos. Por ejemplo, los puntos de recarga en el caso del turismo deberían estar vinculados a las camas de los hoteles”.
Las empresas de renting se enfrentan a la realidad del vehículo eléctrico. Tal y como le contaba hace unos días Othman Ktiri, CEO de OK Mobility, y OK Group a Coche Global, “la realidad del vehículo eléctrico en el sector de la movilidad de corta duración es que pagas entre el 30 y el 40 por ciento más que por su homólogo de conducción y tienes que alquilarlo un 50 por ciento más barato que éste”. Con el agravante que el valor residual es claramente inferior. Para él todo pasa por seducir con competitividad. Y los dos pilares de la competitividad son el producto y el precio.