Una semana después del anuncio definitivo del cierre del fallido modelo de 'carsharing' público del área de París (AutoLib), ha empezado la pugna por conquistar el nuevo mercado. Las primeras empresas en reaccionar han sido los dos grandes grupos fabricantes franceses, PSA (Peugeot Citroën Opel) y Renault. Las dos compañías han iniciado los trámites para poner en marcha en París el sistema de 'carsharing' de Madrid. La primera empresa en mover ficha ha sido la filial de PSA Free2Move, una vieja conocida de los madrileños a través del nombre Emov, con el anuncio este martes 3 de julio de que ha abierto la app a los parisinos y que en el último trimestre de 2018 pondrá en las calles de la ciudad una flota inicial de 500 coches eléctricos de los modelos Peugeot iOn y Citroën C-zero. El anuncio lo ha realizado la firma que preside Carlos Tavares la víspera de que Renault y el Ayuntamiento de París anuncien este miércoles otro servicio de 'carsharing' también inspirado en el que lanzó más recientemente en las calles de Madrid mediante la filial Zity y una flota del utilitario eléctrico Zoe.
«L'idée est de pousser les Parisiens à ne plus avoir de véhicules personnels» : Anne #Hidalgo s'est exprimée sur la fin d'#Autolib et la reprise du service par #Renault et #PSA. L'intégralité de la conférence de presse >> https://t.co/oEok9DsfIV pic.twitter.com/MhCVUUbD7n
— Figaro Live (@Figaro_Live) 4 de julio de 2018
Renault ha anunciado que iniciará el servicio de 'carsharing' en septiembre y que tendrá una flota de 2.000 vehículos eléctricos en París a final de 2019. Tanto las dos compañías como la prensa y el ayuntamiento que dirige Anne Hidalgo han tomado como referencia el modelo de coche compartido de Madrid, basado en la libre competencia y un sistema sin puntos fijos de recogida y entrega, conocido como 'free floating'. Es la principal diferencia operativa con el fracasado 'carsharing' AutoLib, en el que los usuarios tenían unos puntos de entrega y recogida de los coches.
Madrid, laboratorio del 'carsharing' eléctrico
PSA argumenta que ha probado con éxito el sistema de 'carsharing' libre en Madrid, donde cuenta con 180.000 usuarios. Madrid se ha convertido en un laboratorio del coche compartido principalmente eléctrico y sin estaciones fijas con un número creciente de empresas que compiten a diario entre las que se encuentran, además de Emov y Zity, Car2Go, del grupo Daimler, y, más recientemente, Wible (de Repsol y Kia), que incluye coches híbridos para ampliar el radio de acción más allá de la almendra central de Madrid. Autolib, la empresa de 'carsharing' impulsada por más de un centenar de ayuntamientos del área metropolitana de París, cerró en junio por el desacuerdo entre el consorcio municipal y la empresa concesionaria Bolloré, que reclamaba el pago de unas deudas de 233 millones de euros. Los ayuntamientos y las empresas calculan que en París hay un mercado potencial para unos 20.000 coches eléctricos compartidos.