El podio con los tres primeros fabricantes mundiales de vehículos es un pañuelo. La alianza Renault Nissan Mitsubishi encabeza el ranking mundial de la industria de automoción, aunque el grupo Volkswagen acelera en su persecución después de perder la corona en 2017. La pugna por conquistar el trono de la automoción está más disputado que nunca. Al finalizar el primer semestre de 2018, las diferencias entre el primer grupo y el segundo en volumen de vehículos vendidos es mínima, de solo 19.000 coches. Una minucia para unos gigantes que venden unos 10 millones de unidades al año y que puede propiciar que se produzcan cambios en el ranking en cualquier momento debido a los vaivenes de los mercados o a un percance de unos de los competidores.
Beneficios de la integración de Mitsubishi
La inclusión de la marca japonesa Mitsubishi en la alianza de Renault y Nissan les ha salido rentable desde el punto de vista del peso en la industria global, puesto que el nuevo grupo encabezado por Carlos Ghosn se colocó de un plumazo en primera posición por delante de Volkswagen y de Toyota. La alianza Renault Nissan Mitsubishi sumó unas ventas de 5.538.000 vehículos en la primera mitad de este año, lo que significa un aumento del 5,1%. Pero Carlos Ghosn y su equipo no pueden cantar victoria puesto que Volkswagen les pisa los talones con unas ventas de todas sus marcas, entre las que se encuentra Seat, de 5.519.000 vehículos. Si se mantienen el diferencial en el crecimiento de las ventas a favor de Volkswagen, con un 7,1%, el primer puesto de Renault Nissan Mitsubishi peligra porque la alianza crece dos puntos menos, un 5,1%.
En tercer lugar se encuentra Toyota, con 5.209.000 vehículos, a una distancia mayor con el primer y el segundo grupo automovilísticos, aunque no insalvable, de 329.000 unidades respecto a Renault Nissan Mitsubishi y de 310.000 de diferencia con Volkswagen. Sin embargo, Toyota tiene en su contra una evolución negativa registrada en el primer semestre, en el que sus ventas descendieron un 1,6%.
Tendencia a la concentración de marcas de automóviles
El podio de la industria de automoción está sujeto además a la tendencia a la concentración de marcas en un número cada vez más reducido de grupos más grandes. La búsqueda de sinergias y de economías de escalas motivó, por ejemplo, la unión de Mitsubishi a Renault y Nissan, junto a los apuros financieros por los que pasaba la primera marca, demasiado pequeña como para subsistir en un entorno tan globalizado. Algo similar ocurrió con la integración de Chrysler dentro del grupo Fiat en el nuevo hólding FCA creado por el desaparecido Sergio Marchionne.
Mal fario para las marcas del primer puesto mundial
Pero la coronación como número uno mundial del sector del automóvil puede carrear mal fario. Y sino que se lo digan a los anteriores poseedores de esa distinción. General Motors dominó la industria mundial hasta que fue víctima de la crisis y cayó en quiebra. Más recientemente, su decisión de vender Opel a PSA le ha quitado de un plumazo 1,3 millones de unidades en su cuenta de matriculaciones, que en el primer semestre ascendió a 4,1 millones de vehículos. En cambio, PSA ha dado un salto gracias a las ventas de Opel y cerró el primer semestre con 2,1 millones de unidades vendidas, un 38,1% más. Toyota ocupó, después de GM, el primer puesto mundial, que tuvo que ceder a raíz de los problemas de seguridad detectados en algunos de sus coches en Estados Unidos. Cedió el trono a Volkswagen, que consiguió su gran objetivo de convertirse en número uno mundial aunque la celebración fue interrumpida por el estallido del escándalo del dieselgate. El grupo Fiat Chrysler Automobiles vendió un total de 2,4 millones de vehículos en la primera mitad del ejercicio, lo que significa un 8% más.
