Red Bull ha dejado de ser el equipo de referencia del Mundial de F1. Difícil de creer hace unos meses pero así lo reflejan los datos. Max Verstappen, contra viento y marea, mantiene el liderato en el campeonato de pilotos, pero McLaren ha superado a la escudería de Milton Keynes en Bakú en el de constructores.

El tercer título consecutivo de marcas se tambalea y el cuarto de pilotos solo se salva, de momento, porque el holandés minimiza al máximo los problemas que se le acumulan cada fin de semana. Quedan por delante siete grandes premios, a los que hay que sumar tres carreras al sprint, con lo que todos los pronósticos están abiertos. Lando Norris, principalmente, Charles Leclerc y Oscar Piastri optan al título y, en cuanto al de marcas, McLaren y Ferrari aprietan.

Cambio de escenario

McLaren es el nuevo líder. Los de Woking, que se han convertido en el equipo de moda, tanto por el potencial de sus pilotos como por las prestaciones de un monoplaza rápido, fiable y que alarga más la vida de los neumáticos, cuentan ahora con veinte puntos de ventaja sobre Red Bull (476 a 456) después de superarles en los siete últimos grandes premios o, para tener una mejor perspectiva, en diez de las últimas once carreras.

No se lo podían ni llegar a imaginar al inicio de la temporada, pero la progresión de McLaren ha sido brutal desde el inicio del campeonato y las victorias de Verstappen –siete en los diez primeros grandes premios- y sus podios –diez de doce- se han diluido con la misma celeridad que aumentaban las prestaciones de McLaren, Ferrari y Mercedes. No olviden que en las dos últimas carreras Max ha salido desde la tercera (6º) y cuarta (7º) fila de la parrilla.

No es un espejismo ni un accidente, se ha convertido en la cruda realidad para Red Bull y en emoción y espectáculo para un campeonato que desde 2021 –Verstappen ganó el título a Mercedes y Hamilton en la última carrera- era monocolor. En las ocho últimas carreras han ganado siete pilotos distintos con cuatro coches diferentes y esta circunstancia no la recuerdan ni los más viejos del lugar.

Red Bull y Verstappen no ganan desde Barcelona

Red Bull ha dado un espectacular salto hacia atrás en este 2024, pasando de ser el equipo más fuerte de la parrilla al cuarto, como se ha evidenciado en las últimas carreras. No es que les haya superado McLaren, que sí, sino que también lo han hecho Ferrari y Mercedes y la enorme ventaja que disfrutaba Verstappen se ha reducido de forma alarmante. A este paso lo que era una quimera, que Max perdiera el título, empieza a dibujarse en el panorama. Que no gane Red Bull empieza a ser una costumbre, ya que no lo han hecho desde el GP de España y desde entonces se han disputado siete grandes premios, en circuitos y condiciones completamente distintos.

Los de Milton Keynes están perdidos y ello se evidencia sobre el asfalto. Las luchas internas por el control del equipo, la marcha de Adrian Newey que ya anunciado que en 2025 trabajará con Aston Martin y la fuga de otros ‘cerebros’ han provocado que las prestaciones del bólido se estancaran con respecto a la notable mejoría que ha evidenciado la competencia.

Max Verstappen está limitando los daños, sumando puntos otrora impensables, pero el coche no está a la altura y la competencia se ha dado cuenta de ello. Su fortuna es, precisamente, que los puntos se reparten mucho y ello le permite mantener un colchón en la clasificación, que antes pudiera parecer suficiente y ahora se ve alarmante. El RB20 tiene muchos problemas. El coche no está equilibrado y no puede mantener el ritmo. Al Red Bull no solo le falta velocidad en comparación con McLaren, Ferrari y Mercedes, sino que tampoco dispone del equilibrio adecuado.

Red Bull trata de entender qué va mal en su monoplaza, realizando diversos cambios y siguen sin tener respuestas claras, lo que hace que la presión aumente progresivamente. La única solución es entender el problema cuanto antes y encontrar las soluciones válidas que se puedan introducir. Después de Singapur, el próximo domingo, se abrirá un nuevo paréntesis que puede ser determinante para reencontrarse con el coche en una fase en la que el tiempo es trascendental.

Y ahora el favorito es McLaren

McLaren tiene ahora el mejor paquete de la Fórmula 1 y no está sufriendo los altibajos que Red Bull está soportando. El ritmo que ha sido capaz de mostrar los coches de color papaya en las últimas carreras, en todo tipo de circuitos y condiciones, ha convertido al equipo de Woking en favorito.

A la hora de analizar el rendimiento del McLaren, cuyo potencial ha aumentado progresivamente y brilla especialmente desde Miami -la sexta carrera de la temporada que ya ganó Lando Norris- existe el convencimiento unánime de que ahora es el coche más rápido y donde más se evidencia es al final de los stints, con lo que ello refleja que cuida mejor los neumáticos que sus adversarios.
No se le advierten grandes puntos débiles en el apartado de rendimiento, fiabilidad o mecánico, pero sí es cierto que han dejado escapar muchos puntos por fallos en la estrategia y en la gestión de las carreras. Ciertamente, uno tiene la sensación de que el campeonato podría estar mucho más apretado de lo que está. Quedan siete grandes premios y los pronósticos, por primera vez desde 2021, permanecen completamente abiertos.