Como cualquier vehículo a motor que tenga permitida la circulación por las vías públicas, las motocicletas y los ciclomotores se deberán someter a una inspección periódica para evaluar su estado y considerar si están capacitadas para seguir circulando con seguridad.

Para conseguir pasarla sin problema, hay que revisar previamente todos y cada uno de los elementos que se chequearán en la ITV. De este modo, se evitará que sea rechazada y se tenga que volver, con la consiguiente pérdida de tiempo y dinero que eso provoca. Lo más aconsejable, en este sentido, es llevarla a un taller de motos en Granada para que los profesionales la examinen y actúen allí donde pueda presentar un fallo que propicie el suspenso en los talleres de la ITV.

Documentación a presentar

Habrá que presentarse por primera vez al cuarto año de edad del ciclomotor o de la moto. Posteriormente, se deberá acudir a estos lugares de examen cada dos años (tres en el caso de los ciclomotores). La documentación necesaria que hay que presentar en estos lugares es el permiso de circulación, la Tarjeta de Inspección Técnica de Vehículos y el recibo del seguro en vigor.

Hay que tener en cuenta que la penalización por tener la ITV caducada o tenerla desfavorable es de 200 euros. Si esta inspección ha sido rechazada cuando intentaba pasarla y se sigue circulando, la multa ascenderá hasta los 500 euros. Para evitar esta situación, conviene repasar los siguientes elementos mecánicos y de seguridad.

Elementos a revisar de un ciclomotor o motocicleta antes de la ITV

Comenzaremos por asegurarnos que el número de bastidor no tiene modificaciones y se encuentra en un estado óptimo. Seguiremos observando la calidad de la luz delantera y el resto de señalizaciones luminosas, como las de posición delantera y trasera, luz de freno y de matrícula, así como los catadióptricos y todos los intermitentes. Los siguientes elementos que deberán ser revisados serán los retrovisores, que deberán permanecer perfectamente anclados en el lugar destinado por el fabricante, en buen estado y siempre homologados. Las manetas y manillares también han de cumplir su función, manteniéndose sin roturas o defectos.

El sistema de dirección, el bloqueo antirrobo y demás elementos relacionados también deberán revisarse. La matrícula, que suele pasar desapercibida, deberá estar perfectamente anclada con su ángulo de inclinación correspondiente para facilitar la lectura, no presentar aristas, ser metálica e ir montada sobre un portamatrículas. Los neumáticos tendrán que ser equivalentes, con la presión debida y estar en buen estado. El Caballete lateral cumplirá a la perfección su misión de detener el motor cuando se baje, así como levantarla y facilitar su propia recogida de forma automática.

Habrá que comprobar la eficacia en el frenado, tanto delantero como trasero, el buen ejercicio de las suspensiones, que no haya pérdidas de líquido (aceite, gasolina, de frenos o de la transmisión). También deberán hacerse las pruebas relacionadas con las emisiones contaminantes y sonoras y mantenerlas dentro de los límites permitidos y legales. Por último, habrá que asegurarse que, si la moto ha sufrido algún tipo de variación o reforma, esté contemplada claramente en la ficha técnica.

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