Si tu coche va cumpliendo años y necesitas un reajuste de tu seguro o bien vas a asegurar tu vehículo por primera vez, puede que tengas ciertas dudas sobre qué tipo de póliza es la más conveniente para cubrir los posibles percances que puedas sufrir con él.
Sabemos que por ley, como mínimo, debemos cubrir la responsabilidad civil y, aunque este aspecto legal está cubierto con los seguros de daños a terceros, la mayoría de conductores nos planteamos si con esta cobertura será suficiente.
En este post te vamos a indicar que factores debes considerar para decidir que opción es la más conveniente para ti, ya que, las características del vehículo y el uso que le vas a dar, pueden ser las claves para que la balanza se incline hacia una modalidad u otra de póliza.
Vehículo nuevo
Cuando vamos a asegurar un coche recién adquirido, prácticamente no existen dudas. La mayoría nos decantamos por los seguros a todo riesgo puesto que si ocurre un accidente, será la compañía la que corra con todos los daños, tanto propios como a terceros. Por otro lado, la indemnización es otro de los factores que influyen en esta decisión. Si en la póliza existe la cláusula que indique que cubre el 100%, en caso de siniestro total, robo o incendio, el dinero recibido será prácticamente igual al valor del coche que ha sido asegurado.
Pero es una realidad que a medida que el coche va cumpliendo años su valor va disminuyendo y, en consecuencia, la indemnización también se reduce. A partir de los cinco o seis años quizás sea el momento idóneo para plantearse cambiar la modalidad a todo riesgo por un a terceros a buen precio que incluya las coberturas que realmente te puedan interesar.
Vehículo de segunda mano
El tema también cambia radicalmente cuando vamos a asegurar un coche de segunda mano. En este caso, una póliza a todo riesgo no suele ser la opción más interesante dado que la prima resulta muy alta y la indemnización máxima que se puede llegar a recibir irá siempre en función de los años del coche, por lo que puede llegar a ser muy reducida.
En este supuesto, siempre será más interesante un seguro a terceros en el que, además de la responsabilidad civil obligatoria, puedas optar por diferentes coberturas.
¿Qué coberturas se incluyen en una póliza de daños a terceros?
Si has decidido ajustar el seguro de tu coche, la alternativa a una póliza a todo riesgo es una a terceros. En esta modalidad, además de la responsabilidad civil obligatoria, se suelen incluir otras coberturas que vemos a continuación.
- Responsabilidad civil voluntaria: Es una opción que merece la pena considerar ya que por una prima un poco más elevada amplía hasta en 50 millones de euros las indemnizaciones que excedan los límites de la obligatoria.
- Asistencia de viaje: Esta cobertura puede ser de gran utilidad si el coche se queda inmovilizado. En este caso se cubre la asistencia tanto del vehículo -reparación, rescate, remolque...- como de los ocupantes del mismo -traslado al origen o destino, hotel, asistencia médica...- lo que supone una enorme tranquilidad cuando se viaja, sobre todo al extranjero.
- Defensa jurídica: Por defecto, muchas pólizas incluyen una cantidad para que podamos elegir una defensa jurídica independiente a la de la propia compañía. Este punto puede ser de gran interés ya que cuando en un siniestro hay otro conductor implicado, la propia aseguradora será la encargada de arreglar los desperfectos de nuestro coche, y como puedes suponer, sus indemnizaciones pueden ir a la baja. Si no estamos de acuerdo, esta cobertura nos da libertad para prescindir de sus abogados y elegir uno independiente.
- Seguro a terceros ampliado con robo, incendio y lunas: Redondear un seguro de daños a terceros con las coberturas de robo, incendio y lunas no supone un gran aumento en la prima por lo que puede convertirse en una opción de gran utilidad. Muchas aseguradoras amplían esta cobertura a daños causados por granizo o pedrisco o, incluso, con el riesgo de choque con un animal.
Uso del vehículo
Por una mera cuestión de probabilidades, a mayor uso del vehículo mayor riesgo de sufrir un accidente. Si en tu caso vas a usar el coche esporádicamente o los fines de semana, lo lógico es que el seguro que realices sea para cubrir daños a terceros.
En cambio, cuando el automóvil es utilizado como una herramienta para ir a trabajar, aunque este tenga más de seis años, sería interesante plantearse mantener el seguro a todo riesgo ya que la probabilidad de sufrir un accidente se multiplican exponencialmente al conducir en horas puntas y con mucho tráfico.
Lugar de aparcamiento, ¿calle o garaje?
Este es otro factor que debes considerar puesto que si tu coche está de forma permanente aparcado en la calle es más susceptible a sufrir daños que cuando lo aparcas en un garaje.
Si duerme en un garaje, se mantendrá en mejor estado y no estará expuesto a catástrofes naturales, robos o actos vandálicos por lo que puede que te interese sustituir un todo riesgo por de terceros.
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