El fabricante de cargadores para vehículos eléctricos Wallbox cerró 2022 con un fuerte aumento de sus ingresos que se vio superado por el incremento de sus números rojos. Las pérdidas operativas de Wallbox ascendieron a 136,7 millones de euros, un 155% más en relación con 2021, mientras que la facturación fue de 146,9 millones, un 105% más.
El ebitda ajustado (resultado bruto operativo) se ha situado en los 88,2 millones negativos, un 150 % más en comparación con los 35,2 millones negativos del año anterior. La compañía no ha comunicado por el momento el resultado neto, a pesar de que cotiza en la Bolsa de Nueva York.
Ante las abultadas pérdidas, Wallbox amplió el capital en 43,5 millones de euros que le permiten mantener sus planes de expansión. Además, la empresa que dirige Enric Asunción acaba de cerrar un ERE por el que despedirá a 96 empleados en España, una medida con la que prevé ahorrar unos 50 millones de euros en costes laborales.
El CEO se defiende
Asunción ha defendido que "cualquier empresa responsable debe ajustar el gasto a la evolución de las expectativas" de ventas de cargadores para vehículos eléctricos, un mercado que evoluciona con más lentitud que lo planificado por Wallbox en su plan de negocio. Según Asunción, si los analistas preveían inicialmente que en 2023 se iban a entregar 4 millones de coches eléctricos en Europa, ahora esta cifra estimada se ha recortado hasta los 3,1 millones.
Pese a estas cifras, Enric Asunción considera que Wallbox no ha crecido más rápido de lo debido, sino que ha ido "a la velocidad necesaria para ser líder en un mercado que está en sus inicios y que crecerá de forma exponencial".
Los ingresos de Wallbox han sido finalmente de 146,9 millones en lugar de la horquilla prevista de 175 a 205 millones de euros. Vendió más de 230.000 cargadores y ha abierto dos fábricas en Barcelona y en Arlington (Estados Unidos).
Caída en la bolsa
En el cuarto trimestre del año, la firma española ha ingresado 37,3 millones, un 44% más. Sus ingresos en Norteamérica crecieron un 425 %, de modo que esa zona geográfica concentra ya el 25 % de las ventas, mientras en Europa factura un 66 % del total.
Para el primer trimestre de 2023, Wallbox espera obtener ingresos de entre 35 y 40 millones de euros, es decir, entre un 25% y un 45% más que en el mismo periodo de 2022. Para el ejercicio completo prevé un crecimiento de la facturación de entre el 60% y el 100%, hasta alcanzar entre 240 y 290 millones.
Asunción ha prometido dejar atrás las pérdidas y lograr el primer ebitda positivo en el cuarto trimestre de 2023, un anuncio que parece que no ha convencido a los inversores de la bolsa de EEUU. Las acciones de Wallbox caían más de un 7% a falta de unas horas para cierre del mercado. En un año, los títulos de Wallbox se han desplomado un 56%.