El nuevo Volvo XC30 ya circula por las carreteras españolas. Revelado hace unos meses, pese a la innovación en tamaño y tecnología se ha hecho esperar, pero ya está aquí. He podido probar el pequeño SUV eléctrico en un recorrido por la sierra de Madrid y el centro de la ciudad.
Valoración Volvo XC30: diseño, 7,8; interior, 8,1; motor, 7,2; conducción, 7,2; global, 7,5
El Volvo XC30 actualmente se produce exclusivamente en la factoría de Zhangjiakou, en China, pero a partir de 2025 será también europeo porque se empezará a montar en la planta de la empresa sueca, actualmente controlada por la china Geely, en Gante (Bélgica).
Volvo XC30, el más pequeño
Es el Volvo más pequeño de la gama, mide 4,23 metros de largo, con una batalla de 2,65 metros, 1,54 de alto y dos metros de ancho incluidos los espejos, y supone la entrada de la marca en el segmento de los SUV compactos, por eso este modelo está llamado a impulsar las ventas de Volvo, aunque solo va a tener propulsión 100% eléctrica. Volvo Car España prevé vender unas 3.500 unidades del XC30 en 2024 que serán fundamentales para el impulso de las ventas totales de la marca, unas 19.000 unidades, un 18% más que en 2023, y aumentar su penetración, desde un 1,6% de cuota de mercado en 2023 a un 1,9% en el actual ejercicio.
El XC30, además del ser el Volvo más pequeño, es también el más ecológico, con el menor impacto en la huella de carbono, se estima que 30 toneladas de CO2 en todo el su ciclo de vida, lo que supone un 25% menos que otros eléctricos de la marca. Está fabricado con materiales reciclados, el 25% del aluminio y el 17% del acero y los plásticos, además de las tapicerías que recubren los asientos y el interior. El 95% del vehículo se puede reciclar.
La gama de este nuevo Volvo incluye versiones con tracción trasera (un motor eléctrico) o total (dos motores, uno sobre cada eje), dos niveles de potencia del motor eléctrico, 272 y 428 caballos, además de dos tipos de baterías, una de capacidad de 51 kW/h que le da una autonomía de 344 km y otra de 69 kW/h con una autonomía de 476 km en la versión con tracción trasera y 450 km con tracción total. El precio, sin ayudas, es de 37.500 euros la versión básica, 42.760 la de batería con más autonomía y 48.995 con tracción AWD. Sin embargo, Volvo tendrá durante unos meses una promoción con un descuento de 5.000 euros la segunda versión que lo sitúa en el mismo nivel que la básica.
Diseño escandinavo
Se puede elegir entre cinco colores diferentes para la carrocería, llantas de 18, 19 o 20 pulgadas y cuatro colores para el interior, todos inspirados en el diseño escandinavo.
Lo primero que sorprende al sentarse al volante es el absoluto minimalismo. No hay botón de arranque, se pone en marcha al sentarnos y se abre con una app del teléfono o al acercar la llave. Tampoco hay cuadro de instrumentos frente al conductor, solo una gran tableta vertical de 12,3 pulgadas en el centro del salpicadero que agrupa todas las informaciones (velocidad, intermitentes, temperatura exterior, navegación, consumo, autonomía, radio, teléfono…) y casi todas las funciones, desde la climatización al juste de los retrovisores exteriores e incuso la apertura de la pequeña guantera en la parte inferior central del salpicadero, que no se percibe a simple vista.
También se puede modificar la iluminación ambiente interior. La luminosidad del habitáculo está garantizada por el gran techo panorámico de cristal que está preparado para reducir el deslumbramiento y la radiación UV además de mantener la temperatura en el interior.
Tampoco hay ni ningún botón, salvo los integrados en el volante que sirve igual para subir el volumen o para mover los retrovisores, según la función que hayamos seleccionado. Ni siquiera hay altavoces en las puertas, el sonido se difunde con una barra situada en la parte inferior del parabrisas que es también el fondo del salpicadero. Para mover los asientos hay un único mando, cuadrado, en el lateral del asiento, muy cómodo y fácil de usar.
Consumo del Volvo XC30
En el recorrido de 186 km que incluía carreta, autovía y ciudad, el consumo registrado por el Volvo XC30 fue de 17,4 kW/100 km.
Tras el volante hay dos pequeñas palanca simétricas, la de la derecha es el cambio y lade la izquierda, los intermitentes y la luz. El volante tiene un radio de giro muy pequeño lo que hace más fácil las maniobras y el freno es suave. El XC30 se mueve muy en ciudad y en carretera, pero cuando enlazamos curvas en montaña se nota la inercia de la carrocería ligeramente elevada con 16,5 centímetros de altura libre al suelo.
El maletero es muy espacioso, más de lo que podríamos esperar de un coche con una vocación tan urbana. Tiene una capacidad de 318 litros que se pueden ampliar hasta 622 abatiendo los asientos de la segunda fila. El portón se abre pulsando un botón enmascarado en la banda negra horizontal que lo enmarca y tiene también cierre eléctrico. En el portón tiene grabado un plano con recomendaciones para colocar diferentes bultos, maletas, plantas, carritos de niño y hasta lámparas o bolsas de palos de golf y si es necesario mover las plazas traseras.
El XC30 es un Volvo e incorpora múltiples sistemas de ayuda a la conducción, pero podemos destacar que incluye de serie algunos especiales como la alerta de cansancio del conductor que lo monitoriza 13 veces por segundo, un sistema de alerta de ciclistas que aleja el Volvo de las bicis que adelantamos y ayuda al adelantamiento que monitoriza la distancia lateral para evitar acercarse demasiado al otro vehículo.