Alfa Romeo cumplió el pasado 24 de junio 111 años, un aniversario que consolida aún más a una marca mítica, dispuesta a bordar su segundo centenario combinando innovación y elegancia.
Para reforzar esa apuesta, acaba de desvelar la nueva serie especial limitada Villa d’Este del SUV Stelvio. Se trata de homenajear a un modelo y una época que ayudaron a crear la imagen de exclusividad, elegancia y deportividad de Alfa Romeo.
En 1939, la marca milanesa lanzo el 6C 2500, uno de los últimos modelos que construyó con un bastidor independiente de la carrocería y que incorporaba innovaciones tecnológicas como la suspensión trasera, las barras de torsión con amortiguadores telescópicos o frenos hidráulicos.
Modelo deseado por los famosos
La II Guerra Mundial paralizo el proyecto, que se retomó en 1945 con diferentes carrocerías diseñadas por un joven Battista ‘Pinin’ Farina. La versión descapotable se presentó en el salón de París de 1946 y el ocupé, con una cola redondeada, se llamó ‘Freccia d’Oro’. Este modelo despertó la pasión de los ‘influencers’ de la época. Lo usaron famosos como el actor estadounidense Tyron Power, los argentinos Juan Domingo Perón y su mujer ‘Evita’ en su visita a Italia, mientras el rey Farouk de Egipto y el príncipe Rainiero III de Mónaco compraron sendas unidades. Pero el más famoso en la época fue el que usaron en su boda en Cannes (Francia), en mayo de 1947, Rita Hayworth y el príncipe Ali Khan, con carrocería gris, capota azul e interior a juego con el vestido de la novia. Su precio oscilaba entre las 62.000 y las 96.000 liras de los años 40 del siglo XX, una pequeña fortuna.
En 1949 Pinin Farina preparó una carrocería ‘berlinettta’ (coupé deportivo). Era una versión muy exclusiva de la que solo se hicieron 36 unidades, cada una personalizada según los deseos de sus propietarios y que ahora pueden superar el millón de euros si se ponen a la venta. Ese mismo año ganó el premio Gold Cup del Concorso d’Eleganza de Villa d’Este (que se había celebrado por primera vez en 1929). Así es como está versión pasó a llamarse Villa d’Este. Llevaba un motor con 110 caballos de potenia y alcanzaba los 170 km/h.
Para conmemorar el triunfo del diseño y la elegancia de Alfa Romeo hace 72 años, la marca ahora con sede en Turín ha hecho una serie especial limitada, a la que también ha llamado Villa d’Este, construida sobre la base del todocamino Stelvio y llena de detalles exclusivos en el exterior e interior que ya está a la venta desde 73.100 euros. En Italia sólo se ponen a la venta 85 unidades de esta serie y en España serán sólo 20.
Detalles exclusivos
El más llamativo detalle es el color de la carrocería, llamado ‘Rojo Etna’ y es el mismo que su utilizó en la unidad que ganó el premio de elegancia en 1949. Con un Stelvio de esta serie limitada viajé desde el centro de Milán, detrás del ‘Duomo’ hasta el hotel Villa d’Este. Un viaje al glamour de los años 40 y 50 con una máquina del siglo XXI. Alfa Romeo ha realizado esta serie especial con las motorizaciones 2.2 turbo diésel de 210 caballos y 2.0 gasolina de 280 caballos, ambos con cambio automático de ocho velocidades y tracción integral.
Ya por fuera, además de por su peculiar color, el Stelvio 6C Villa d’Este, es inconfundible por los marcos cromados de las ventanillas laterales y por las llantas de aleación de 21 pulgadas con cinco orificios, los faros bixenon o las pinzas de freno pintadas de negro.
Pero es en el interior donde su personalidad resulta inconfundible con una elegante tapicería blancas (¿quizás en recuerdo de la boda de ‘Gilda’?) con el logo de la marca y nombre ‘Villa d’Este bordado en los reposacabezas de los asientos y sobre el salpicadero de cuero, delante del copiloto, bajo la silueta del modelo también bordada.
Otros detalles de diseño propios son inserciones de madera en la consola central y de aluminio en el umbral de las puertas o el volante multifunción tapizado en piel negra y calefactado. Por supuesto, el ajuste de los asientos es eléctrico, una comodidad de la que no disfrutaban los propietarios del modelo de 1949.
Ruta desde Milán
La salida de Milán fue lenta por el tráfico de primera hora de la mañana y las múltiples obras en el centro de la ciudad. Pese a su tamaño, el Stelvio se movió bien entre esas dificultades gracias a una dirección suave y precisa. En autopista (A-9), que supuso la mayor parte del recorrido de unos 60 km, lo más agradable fue la estabilidad. Además de la agradable atmósfera que transmite el interior de este modelo, el buen confort de marcha lo hace óptimo para un viaje largo.
Abandonamos la autopista en la salida que indica Lago di Como. Cernobbio es el nombre del pequeño pueblo donde está el Hotel Villa d’Este, asomado a las aguas del lago. En los siguientes km y en los que hicimos bordeando el lago, el asfalto se hacía más sinuoso siguiendo el curso de la ribera. Estable y seguro es la mejor definición para el Stelvio en este tipo de recorrido. La costa está llena de palacetes, todos ellos con su embarcadero porque los traslados se hacían casi siempre por el agua. Y se siguen haciendo. El lago de Como es uno de los destinos preferidos por los milaneses para pasar el fin de semana.
Aparqué en la puerta de un edificio que es hotel desde 1873 y anteriormente fue un palacio en el que se alojaron reyes y príncipes. Mantiene el estilo de hotel antiguo, con impresionantes arañas de cristal, espejos y puertas altísimas como si por él no pasase el tiempo. Aunque los jardines, llenos de esculturas y con una escenografía teatral y barroca, son aún más llamativos. En la explanada que hay mirando el lago es donde cada año se celebra el concurso de elegancia de automóviles más famoso del mundo. El resto se hicieron imitando a este.