Cuando Mercedes renovó su modelo Clase A, optó por una opción sorprendente: mató el monovolumen y lo transformó en un turismo compacto. La evolución a la baja de las ventas del segmento de los monovolúmenes parece que da la razón a la compañía alemana.
Hace unos días, el presidente de Volkswagen, Martin Winterkorn, aseguraba que la apuesta de futuro del grupo irá hacia los SUV y no tanto por los monovolúmenes alegando que "han cambiado los gustos de los consumidores". La no renovación del modelo Altea de Seat se enmarca en esa estrategia.
¿Se han cansado los consumidores de los monovolúmenes? Estos vehículos alcanzaron su mejor cuota de mercado en 2004 y 2005, con un 18,9% de todas las matriculaciones, según los datos de la patronal europea de fabricantes (Acea). Eran los años en los que el despegue del rompedor Renault Scenic empujó a otras muchas marcas a disputar ese segmento de mercado. Desde entonces se inició una tendencia hacia el declive que llegó al 12,3% de cuota el año pasado.
En cambio, el capítulo de otros, en el que se incluyen los nuevos todocaminos y todoterrenos urbanos (SUV) se ha ido incrementando hasta alcanzar una importante cuota del 19,3% en 2013 que lo convierten el segundo segmento por carrocerías.
Las clásicas berlinas pasan del 80% al 54% de cuota
Detrás de este auge se encuentra el robo de ventas a los segmentos de las berlinas y los monovolúmenes. Las tradicionales berlinas han pasado de representar el 80% en 1995 al 54% el año pasado. En cambio, los familiares y los descapotables han permanecido casi estancados en un 11% y un 1,5%, respectivamente.
Las cifras confirman la tendencia de los consumidores a buscar vehículos espaciosos pero algo más divertidos que los clásicos monovolúmenes que se pusieron de moda en la década pasada.