La pandemia de coronavirus tiene efectos colaterales que llegan muy lejos. Los talleres de reparación de automóviles están sufriendo una tormenta perfecta que provoca una fuerte caída de la actividad. Las causas se encuentran en la menor movilidad de los vehículos por las restricciones, el teletrabajo y la crisis.
La facturación de la posventa de vehículos retrocederá a niveles de 2015 por la crisis provocada por el coronavirus, situándose en los 12.000 millones de euros, según el informe 'La posventa Covid ¿inmunidad o recaída?' elaborado por la compañía especializada en inteligencia del automóvil Solera para la Federación de Asociaciones de Concesionarios de la Automoción (Faconauto).
En el estudio, presentado en el marco del Observatorio de la Posventa Oficial, se explica que entre las razones de este retroceso se encuentra el descenso entorno a un 15% del kilometraje medio de los vehículos por el confinamiento, que tendrá sus efectos a medio plazo dado que todos los mantenimientos mecánicos y preventivos se dilatarán en el tiempo ante el menor desgaste de las piezas y de los elementos del coche.
Diferencias con la crisis de 2008
Y esta "no movilidad" no es solo fruto de las restricciones, según asegura Faconauto, sino también de las consecuencias económicas resultantes, tanto el auge del teletrabajo como la perspectiva de un 20% de paro que sitúa a España en cifras propias de 2011 y cuando aún los niveles de desempleo no se habían recuperado plenamente.
"Esta es una amenaza para la renta familiar, que ya en la pasada crisis económica llegó a situar en un 25% los hogares mileuristas, generando un efecto dominó que impacta primero en una menor movilidad y, en segundo lugar, en un menor volumen de actividad en el taller", ha lamentado Faconauto.
Sin embargo, y a diferencia de la crisis económica anterior, en España hay ahora un 50% más de vehículos de menos de cinco años que entonces, "lo que supone un buen colchón para la posventa", ya que son coches que, a priori, hacen más kilómetros y a los que el conductor dedica mantenimientos más exhaustivos.
A pesar de que la previsión para cierre de 2020 a principios de año era que la posventa ingresase en España unos 14.500 millones de euros, en lo que llevamos de ejercicio la evolución de las reparaciones ha vivido tres momentos y podría estar en un cuarto momento si se confirma la tendencia.
Envejecimiento del parque
"Arrancó 2020 con un crecimiento entre enero y febrero del 3% aproximadamente, para posteriormente caer a doble dígito por el confinamiento en los tres meses siguientes, en promedio un 58%. Solo a partir de junio, con la desescalada, el mercado logró ralentizar su descenso y retroceder entre el 3% y el 6%. Sin embargo, coincidiendo con el punto álgido de la segunda ola en octubre, la posventa volvió a ceder terreno, un 11%", recoge el documento.
Aún así, el área de posventa puede ser un buen acicate para la rentabilidad del concesionario, con una contribución neta del 52% que es mayor que la de la venta, que estará más impactada por la caída de las matriculaciones. "Las restricciones a la movilidad, necesarias de nuevo para frenar la pandemia en esta segunda ola, están impidiendo confirmar la recuperación de la posventa, que inevitablemente se va a retrasar", ha indicado la vicepresidenta Ejecutiva de Faconauto, Marta Blázquez.
Por su parte, el responsable de Mercado Posventa de Solera, José Luis Gata, ha lamentado que si no se pone remedio "los más de 12 años de media del parque actual seguirán subiendo y existe la amenaza creciente de ver más coches en la franja de 15 a 20 años en circulación, más contaminantes, con más riesgo para la seguridad vial y, para la posventa, nada rentables".