Rivian ha despertado, pero le está costando acelerar. El fabricante norteamericano de vehículos eléctricos ha cerrado 2022 con una producción de 24.337 unidades, una cifra que se sitúa por debajo de las 25.000 que se había fijado como objetivo para el cierre del ejercicio. Rivian logró entregar 20.332 vehículos, según informó la marca en un comunicado.
Los inversores han reaccionado de forma crítica a las pobres cifras de Rivian, un fabricante prometedor que despertó el interés de Ford y Amazon pero que está sufriendo muchos problemas para coger velocidad en la producción. Las acciones de Rivian bajaban con fuerza tras la publicación de los resultados, más de un 6% de caída a falta de unas horas para el cierre del mercado bursátil de EEUU. En los últimos 12 meses, Rivian perdió un 81% de su capitalización en la bolsa ante las dudas de los inversores sobre su capacidad de cumplir con las expectativas.
En 2021, la marca estadounidense comercializó 920 unidades y produjo 1.015 vehículos, por lo que las cifras de 2022 suponen un incremento del 2.297% interanual en cuanto a producción y del 2.110% en cuanto a las entregas.
Pérdidas abultadas
Entre octubre y diciembre de 2022, Rivian produjo 10.200 vehículos en su planta de Illinois (Estados Unidos), lo cual supone un incremento del 38,5% en relación con las 7.363 unidades del trimestre anterior, y entregó un total de 8.054 unidades
En un documento para los inversores de la compañía, Rivian destacó que su previsión para 2022 era cerrar el ejercicio con una producción de 25.000 unidades, así como con unas pérdidas operativas de 5.450 millones de dólares (unos 5.132 millones de euros al cambio actual).
También indicó su intención de reducir los gastos de capital a 1.750 millones de dólares (en torno a 1.648 millones de euros) debido a la simplificación de su estrategia en materia de productos y a ciertos cambios para 2023.