La revolución de la movilidad eléctrica se acerca y comienza por China. En ese mercado, el fabricante chino Dongfeng y la marca francesa Renault lanzarán un nuevo coche eléctrico 'low cost' que quieren vender por un precio por debajo de 10.000 euros incluyendo las ayudas. El nuevo coche eléctrico barato se llama Renault City K-ZE y se presenta en el Salón del Automóvil de Shanghai.
El nuevo Renault City K-ZE nace con aspiración a convertirse en un modelo global con el que Renault quiere impulsar la movilidad eléctrica en todos los mercados. El modelo será la estrella de las presentaciones de Renault en el Salón de Shanghai, que empieza el 16 de abril.
Hace un año, el entonces vicepresidente comercial de Renault Thierry Koskas, que unos meses después dejó la compañía para incorporarse a PSA, afirmó que el proyecto del grupo es poner en el mercado un coche eléctrico muy asequible al costar menos de 10.000 euros una vez aplicados los descuentos disponibles para la comprar de vehículos sin emisiones, en función de los mercados.
Nueva sociedad en China
El nuevo modelo se ha desarrollado con el impulso de una nueva sociedad formada en 50% por Dongfeng y en un 25% por Renault y Nissan, por lo que es de esperar que también tenga una versión para Nissan. La fabricación del turismo se llevará a cabo en las instalaciones de Dongfeng en China para reducir los costes de fabricación y conseguir la meta de un coche eléctrico barato.
La base del nuevo modelo es el Renault Kwid, un SUV más pequeño que el Captur que se comercializa en mercados emergentes. El prototipo del Renault City K-ZE presentado en el Salón de París de 2018 ofrecía una autonomía de 250 kilómetros, por debajo de los 300 kilómetros del Renault Zoe, un eléctrico que en España se vende a partir de 22.554 euros que con las ayudas se quedan en 17.000.
El primer destino del nuevo Renault City K-ZE es China, el mayor mercado de coches eléctricos gracias a la política de incentivos públicos para impulsar la movilidad sin emisiones. Hasta ahora, Renault y Nissan tenían un problema grave en ese mercado debido a la necesidad de que los coches eléctricos que se venden en China se fabriquen localmente y que tengan precios bajos. Los modelos Renault Zoe y Nissan Leaf no cumplían esos requisitos.