Hoy en día hay una gran presión sobre los usuarios de vehículos a motor para que en sus nuevas adquisiciones piensen no solo en gustos personales sino también en la ecología, para que hagan sus compras teniendo en cuenta también las emisiones de sus vehículos. Cuando nos encontramos en esta tesitura, si estamos interesados en buscar alguna alternativa a la gasolina o al demonizado diésel, podemos elegir entre un híbrido o un eléctrico ( así en general, ya sabemos que hay otras opciones mucho menos generalizadas ).
En general, entendemos por híbrido un coche que funciona con gasolina y con otro combustible alternativo, normalmente electricidad o gas, ya sea GLP o GNC. En este caso tenemos este Skoda Octavia G-TEC, un vehículo con un motor de combustión que puede funcionar indistintamente con gasolina o con GNC. Lo hemos probado y esta es nuestra opinión en la reseña de ARC Motor y Coche Global.
Para aquellos que aún tienen alguna duda de la diferencia entre uno y otro así a grosso modo: el GLP ( gas licuado de petroleo ) es un gas que aún tiene algunos componentes de petroleo en él ( propano y butano ) y en las gasineras lo encontramos alrededor de unos 0.65 euros/kg. El GNC ( gas natural comprimido ) es el mismo que usamos en casa para la cocina y para la calefacción y en las gasineras lo encontramos por unos 0.9 euros/kg.
Autonomía del Skoda Octavia G-TEC
Como os comento el Octavia G-TEC funciona con gasolina y con GNC pero en este matiz es donde viene el principal problema de este coche. Al depósito de gasolina le caben solo 9 litros! Y sí, es un problema porque si unimos esta miniatura de depósito a la falta flagrante de una red de gasineras en España, nos da como resultado que si haces un viaje largo con destino a provincias en las que no hay gasineras, tendrás que pararte a repostar cada 100 kms.
En un alarde de sinceridad os digo que desconozco el motivo exacto por el que el grupo Volkswagen ha optado por esta opción, sobretodo teniendo en cuenta que otros modelos que he podido probar hace unos meses, como el Ibiza o el Golf tenían depósitos de gasolina normales, pero creo que tiene que ver con el hecho de que desde altas instancias y haciendo una recreación casera les hayan dicho algo del estilo: "si haces un coche de gas y yo otorgo una etiqueta ECO, quiero que el coche circule la mayor parte del tiempo con gas". ¿Resultado? todo el grupo Volkswagen ha pasado a tener depósitos de gasolina diminutos.
Como os comento a día de hoy solo hay 90 gasineras con GNC disponible en toda España aunque poco a poco ese número va en aumento y además están concentradas en las grandes ciudades y en sus periferias, de ahí que os comentaba que si no vivís cerca de una, no se si realmente os vale la pena pensar en esta alternativa.
¿Cómo va el Octavia G-TEC?
Entonces, ¿como funciona este G-TEC? El motor es un 1.5 TSI con una potencia de 130 CV que además sí o sí va asociado a un cambio automático de doble embrague DSG, que es tan bueno como siempre. Mientras haya combustible en el depósito de gas, el coche funcionara con gas, no podremos elegir en qué combustible queremos funcionar. Una vez se acabe el gas, pasaremos a funcionar con gasolina.
El cambio entre un combustible y el otro es inaudible y no se nota nada, quizás un ligerísimo tironcillo pero teniendo en cuenta que el cambio entre combustibles se produce en contadas ocasiones no me parece un elemento a tener en cuenta.
Las sensaciones de este TSI son prácticamente iguales en un combustible que en otro, salvo un matiz: cuando funcionamos con gas da la sensación de que está algo más vacío en la zona baja del cuentavueltas, pero en cualquier caso es un matiz, nada preocupante. Esto que os comento puede tener que ver con el hecho de que la inyección de gas es indirecta y de ahí la ligera pérdida de potencia con respecto al uso en gasolina.
Sonido del motor
La potencia en este motor en la mayor parte del tiempo es suficiente y aunque no podemos esperar quedarnos pegados al asiento podremos viajar tranquilamente con él sin necesidad de pasarlo mal en una subida pronunciada. El sonido de este motor no es demasiado refinado ni agradable, pero una vez te acostumbras tampoco es molesto ni se filtra al interior, igual que pasa con las vibraciones.
Como os comentaba, el cambio DSG es tan bueno como siempre aunque también como siempre aparece ese ligero tironcillo cuando el cambio se "acopla" con el motor aunque una vez controlada la presión en el acelerador puede minimizarse o hacerlo desaparecer.
Por otra parte el tacto general del coche es bastante agradable y esta orientado al confort aunque el compromiso entre rigidez y comodidad es bastante correcto, sobretodo en la suspensión. La dirección es poco directa pero con un tacto muy correcto tal como pasa con la totalidad del coche.
¿Cómo sabemos si va con gasolina o gas?
En el cuadro de mandos hay dos agujas que nos indican el nivel de combustible de cada uno de los depósitos. La del nivel de GNC sustituye a la habitual de la temperatura. Cuando el coche funciona con gas el testigo de "GNC" se ilumina en verde en el cuadro y cuando se acaba se enciende otro en naranja que nos avisa de que vayamos a repostar, igual que pasa cuando entramos en reserva de gasolina.
Además, en el ordenador de a bordo se activan las funciones de calidad del GNC, consumo medio y consumo instantáneo de gas. Por lo demás, no sabremos nunca que estamos conduciendo una versión híbrida.
Como habéis visto no he entrado demasiado en el tema del exterior del coche o de los acabados o interiores puesto que este Octavia es un coche que está al final de su vida comercial, y por eso me he centrado bastante más en el tema del combustible y del funcionamiento del coche con él, pero lo que sí os comentaré es que necesariamente hay que adquirirlo con carrocería combi, Skoda se ha olvidado de la versión sedán para este acabado. Estoy seguro que el nuevo Octavia ofrecerá en su gama motores que funcionen con GNC y muy probablemente la opción mecánica sea la misma que monta este G-TEC, por lo menos al principio.
Ventajas de los coches de GNC
Por otro lado, hoy en día hay que tener en cuenta a la hora de adquirir un vehículo que funciona con este combustible si hay alguna ventaja económica y fiscal, y en este caso la respuesta es: sí. ¿Cuales son? Pues en primer lugar, no pagaremos el impuesto de matriculación que ya sabéis que va asociado a las emisiones de cada coche. Por otra parte, cada vez más ayuntamientos están otorgando bonificaciones en el impuesto de circulación. Estas rondan el 50 - 75% y pensad que en este caso este pago es anual.
Por otra parte, en las ciudades en las que existe el BUS - VAO ( carriles reservados a bus o vehículos de alta ocupación ) que son básicamente Madrid, Barcelona y Granada los vehículos con la etiqueta ECO tienen permitido el acceso. Y hablando de la etiqueta ECO, cero problemas de acceso a las ciudades que aplican restricciones a los coches más contaminantes, así que una preocupación menos también en ese sentido. Y también dependiendo del municipio y de la autoridad competente, tendremos bonificaciones en las zonas de aparcamiento restringido y en algunos peajes.
¿A quién va orientado este coche?
Si estás valorando realmente la compra de un coche que funcione con GNC y he dicho GNC, no GLP, tienes que valorar varias cosas para aclarar si realmente vale la pena para ti. La primera de ellas es si te preocupa que tu coche emita menos cantidad de CO2, y este coche lo hace, así que aquí tienes un posible motivo. Y ello implica además obtener la etiqueta ECO de la DGT.
La segunda es la economía. Así en resumen: cero impuesto de matriculación, bonificaciones en el de circulación y en peajes, aparcamiento en zona restringida y acceso al BUS - VAO. Y por supuesto el tema del combustible del que no os he hablado aún.
Vamos a ello. Como os decía el coche puede funcionar con gas o con gasolina convencional. El consumo de gasolina normal es bastante alto para este motor y rondará fácilmente los 7 litros en uso normal. Si hacemos urbano o retención llegaremos a los 8 y poco, por lo tanto con el depósito de 9 litros después de hacer 100 kms ya se nos enciende la luz de reserva en el caso de que lo hubiéramos llenado a tope. Eso significa que a una media de 1,30 euros aproximadamente el litro, necesitaremos unos 10 euros, céntimo arriba céntimo abajo, para hacer 100 kms.
En el caso del gas, el consumo medio es de unos 4,5 kgs para cada 100 kms ( ya sabéis que el gas se reposta y se consume por kgs ). Si lo reposté a unos 0.93 euros el kg, significa que necesité unos 4,3 euros para hacer esos mismos 100 kms, menos de la mitad que con gasolina.
Así que mirando todo esto, y sobretodo si tenéis cerca de casa una gasinera en la que podáis repostarlo, ¡esta puede ser una opción más que interesante para vosotros!