El sector automovilístico español encara el final de un año en el que, lejos de recuperarse, ha visto cómo la crisis de los microchips y la volatilidad de los precios han lastrado las matriculaciones de turismos y todoterrenos, que cerrarán por debajo del millón por segundo ejercicio consecutivo. A la espera de que el martes fabricantes y distribuidores publiquen los datos de octubre, en los nueve primeros meses del año se han matriculado 647.955 vehículos, casi un 33 % menos que en el mismo periodo de 2019, previo a la pandemia del coronavirus, cuando rozaban las 965.400.
De continuar con esta evolución, las cifras a cierre de 2021 se situarán ligeramente por encima de las del año pasado, cuando la pandemia y las restricciones a la actividad económica motivaron una caída del 32,4 %, hasta las 851.218 unidades matriculadas. De momento, los registros hasta septiembre han mejorado un 8,8 % en comparación con los tres primeros trimestres de 2020, cuando llegó a marcarse el peor dato de matriculaciones en veinte años (4.163 en abril, coincidiendo con el primer estado de alarma). En lo que va de año, el pico de matriculaciones se alcanzó en junio, con 96.785. Desde entonces, han vuelto a retroceder hasta situarse en niveles de principios de 2021.
La patronal de concesionarios Faconauto lamenta esta tónica negativa, que se ha agravado por la escasez mundial de semiconductores, la cual está previsto que dure, al menos, hasta finales de 2022, y que ha afectado principalmente al canal de particulares. En su opinión, los concesionarios no tienen el "stock" suficiente para atender la demanda, hasta el punto de que previsiblemente el sector concluirá con un nivel de ventas tan bajo como 2020.
Los factores en contra
Además de la conocida como "crisis de los microchips", existen otros factores que están afectando al ámbito automovilístico, como la subida "desbocada" del precio de las materias primas y de los costes logísticos, especialmente por vía marítima, según recuerda la patronal de vendedores automovilísticos Ganvam. Esta amalgama de circunstancias ha derivado en una importante caída en la producción de vehículos, que en el caso de España fue del 25,1 % hasta septiembre respecto a 2019, a tenor de los datos dados a conocer esta misma semana por la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac).
La situación se repite en todo el mundo, de manera especial en mercados europeos como Francia, Alemania, Italia y el Reino Unido, con descensos en la entrega de vehículos nuevos que oscilan entre el 20,5 % y el 34,4 %. También han caído las exportaciones de vehículos desde España, un 20,2 % en lo que va de año frente a 2019.
La falta de chips ha influido además en el día a día de los trabajadores de la industria, muchos de ellos afectados por los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) declarados en plantas como la factoría valenciana de Ford, la de Stellantis en Figueruelas (Zaragoza) y la de Seat en Martorell (Barcelona).
En este contexto, la nota positiva la protagonizan los vehículos electrificados, cuya producción continúa al alza: hasta septiembre representó el 9,2 % de la producción total, con 145.726 unidades, y superó en tan solo nueve meses los vehículos eléctricos e híbridos enchufables realizados durante todo 2020. En esta misma línea avanzan las matriculaciones de vehículos electrificados, híbridos y de gas, que incluyen turismos, cuadriciclos, vehículos comerciales e industriales y autobuses, que en el acumulado del año han subido un 28,3 % hasta las 222.618 unidades. De hecho, solo en el mercado de turismos han crecido un 32,9 %, hasta las 213.247.
Retos para la automoción
El "top 5" de las matriculaciones de eléctricos en España en el noveno mes del año estuvo liderado por el Tesla Model 3, que fue además el coche más vendido de Europa, el primero con sus características en conquistar ese puesto, según los analistas de JATO Dynamics.
Desde el sector automovilístico admiten que el momento actual está lleno de "retos y dificultades", pero también de oportunidades que deben aprovechar los concesionarios oficiales, que emplean a 76.000 personas en la posventa (venta de recambios, carrocería y mecánica), por la que facturan unos 4.000 millones de euros al año.
Fruto de esta disrupción, en la que se está produciendo la concentración de concesionarios y se está potenciando el vehículo conectado y eléctrico, el presidente de Faconauto, Gerardo Pérez, ha reclamado recientemente que la velocidad a la que se implementa la transformación se adecúe al cliente.
Además, pide que el impuesto de matriculación, reducido hasta final de año para cerca del 70 % de los coches, defiende que no puede subirse a partir de enero, teniendo en cuenta que las ventas de vehículos nuevos están cayendo un 30 %.